Martirologio Romano: En Tours, de la Galia Lugdunense, san Perpetuo, obispo, que edificó la basílica de San Martín y muchas otras en honor de los santos, y reguló en su Iglesia la práctica de ayunos y vigilias.
Nació en el seno de una familia senatorial. Obispo de Tours (460-490), otros autores dicen que de Utrecht. Una vez que lo nombraron obispo de Tours, dejó todo cuanto tenía para el consuelo de los pobres. Fue uno de los obispos más sobresalientes de su tiempo.
Perpetuo agrandó la basílica dedicada a San Martín de Tours e hizo una casa grande a su lado para albergue de peregrinos. Desde el primer año de su episcopado, convocó un concilio provincial en Tours. Decretó que los fieles observaran algunos días de la semana con especial atención a las cosas del espíritu.
La influencia de san Perpetuo fue enorme. Trece siglos después de su muerte , alguien escribió estas palabras atribuidas al santo: “Vosotros, mis queridos hermanos, mi corona, mi alegría, es decir, el pobre de Cristo, necesitados, mendigos, enfermos, viudas y huérfanos...A todos vosotros os declaro mis herederos”. Catorce años antes de morir, escribió su testamento, un documento perfecto de cómo debían ser los obispos de aquellos tiempos.
Los últimos años de su vida fueron malos, debido a la invasión de lo Godos y a la doctrina arriana. Legó un calendario a la posteridad que está considerado una falsificación del siglo XVIII.
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