Santa Columba de Sens. M. 237.
Adolescente zaragozana, hija de un príncipe, que abandonó su pueblo para evitar ser denunciada como cristiana; marchó a Francia junto a otros cristianos españoles y todos fueron martirizados en Meaux o en Sens, durante la persecución de Aureliano. Sus hechos no merecen crédito alguno. Conducida a un prostíbulo antes de ser ejecutada, la habría defendido un oso de un joven libertino que se disponía a violarla. Después de otros hechos fantásticos murió decapitada. La santa Columba que se venera en Colonia como una de las Once mil vírgenes compañeras de santa Úrsula, no es más que una duplicación de su homónima de Sens, de quien se ha copiado sus atributos.
las santas en el cementerio de Giordano en Roma |
Santas Donata, Paulina, Rústica, Dominanda, Serótina e Hilaria. s. III.
Martirologio Romano: Siempre en Roma en el cementerio de los Giordano en la vía Salaria nova, santas Donata, Paulina, Rústica, Dominanda, Serotina e Hilaria, mártires.
Su historia es una leyenda. Solamente encontramos sus tumbas en la vía Salaria, en el cementerio de Santa Priscila. Parece ser que fueron torturadas y martirizadas en una autentica leyenda de denuncias, desengaños y ellas defendiendo su fe y su castidad. No se conoce ni siquiera la época en la que fueron martirizadas.
San Zótico de Constantinopla. M. c. 350.
Martirologio Romano: En Constantinopla, san Zótico, presbítero, que se preocupó de alimentar a los huérfanos.
Presbítero romano que se trasladó a Constantinopla, cuando Constantino llevó allí la capital del Imperio. Amigo y consejero del Emperador, fundó un hospital donde recogió a todos los enfermos que no aceptaba la sociedad como: los leprosos, lisiados, además de analfabetos y huérfanos. Fue un gran defensor de la fe contra el emperador arriano Costanzo, que le acusó de malversador de fondos y le condenó a muerte.
Martirologio Romano: En Rávena, de la región de la Flaminia, san Barbaciano, presbítero.
Presbítero de Antioquía que marchó a Roma y se retiró en el cementerio de Calixto donde llevó una vida de oración y de penitencia. Realizó numerosos milagros, algunos en favor de personalidades de la corte imperial y por su fama llamó la atención de la emperatriz Plácida Augusta; ésta le convenció para que estableciese su residencia en Rávena, donde construyó el monasterio de San Juan Bautista y dirigió una comunidad de monjes; fue confesor de la emperatriz.
Por su intercesión, Gala Placida obtuvo, milagrosamente, reliquias de san Juan Evangelista y, por un voto, en el 425, hizo erigir la célebre basílica en honor a este santo. Cuando murió Barbaciano, tanto la emperatriz como el Arzobispo de Rávena, san Pedro Crisólogo, decidieron que fuera enterrado en su monasterio que después sería llamado de Santos Juan y Barbaciano. Con su sabiduría sirvió con grandeza al Estado. Patrón de Rávena y Bolonia.
Santa Melania "la Joven". (383 - c.438).
Martirologio Romano: En Jerusalén, santa Melania la Joven, que con su marido san Piniano se marchó de Roma y llegó a la Ciudad Santa, donde abrazaron la regla, ella entre las mujeres consagradas a Dios y él entre los monjes, ambos reposaron en una santa muerte.
Nieta de santa Melania "la Anciana". Nació en Roma, pertenecía a la familia patricia de los Valerios y se casó con su primo san Piniano, un senador romano y millonario. Ambos decidieron en Roma, dedicarse a liberar esclavos y atender a los necesitados, vendiendo para ello todas sus posesiones de España y Francia. Muerto sus dos hijos de su temprano matrimonio y mantuvieron su resolución de vida de apostolado. Visitaron a san Agustín de Hipona y le ayudaron a fundar dos monasterios en África. Finalmente fijaron su residencia en Jerusalén. Piniano eligió una vida de perfección entre los monjes, y ella rigió santamente un monasterio de religiosas, la del monte de los Olivos. Melania hizo un viaje a Constantinopla, con el ideal de ver bautizado a Volusiano, su ilustre tío. "Puedes con tranquilidad ir a ver al Señor, porque has combatido el buen combate" le repite el obispo de Jerusalén cuando murió en esta ciudad totalmente pobre. Recibió a la emperatriz Eudoxia.
San Mario de Lausana. (530-594).
Martirologio Romano: En Lausanne, entre los helvecios (hoy Suiza), san Mario, obispo, que trasladó allí la sede de Aventicum, edificó muchas iglesias y fue defensor de los pobres.
Nació en el país de los Eduos, Galias, y se formó en la abadía de Saint Symphorien de Autun. Obispo de Avenches, en Suiza (574-594). En el 585 tomó parte en el concilio de Macon. En el 587 consagró la iglesia de Nuestra Señora de Payerne en un terreno de su propiedad. Trasladó su sede episcopal a Lausana, donde fundó el convento de Payerne. Fue un gran defensor de los pobres. Su martirio es del todo legendario. Es el autor de la continuación de la “Crónica de Próspero” desde el 567 hasta el 581. Es una narración histórica bien precisa, que registra los sucesos acaecidos en Italia y en Oriente, con atención dedicada a los reinos franco y burgundio. Fue inhumado en la iglesia de San Tirso que después tomó su nombre.
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