Martirologio Romano: En Brixen, en la región de Trento, beato Hartman, obispo, el cual, siendo canónigo regular, fue elevado al episcopado y gobernó aquella Iglesia con prudencia y fidelidad.

En el 1140 fue elegido obispo de Bressanone, en Bolzano. Fue muy respetado tanto de los emperadores como de los papas, y por su pueblo; hizo mucho por los canónigos regulares, pero sobre todo fue un gran benefactor de los religiosos, especialmente de los benedictinos. Se prodigó en la asistencia a los necesitados, erigió un hostal para los peregrinos pobres; aplicó con celo la reforma de la disciplina del clero y en el 1142, erigió en Bressanone la Canónica Regular de Neustift.
En la lucha entre el Papado y el Imperio, defendió los derechos pontificios pedidos por el papa Alejandro III, no obstante los emperadores Corrado III y Federico I Barbarroja, le tuvieron gran consideración y aprecio. En vida tuvo fama de santidad.
Su tumba se encuentra en la Canónica Regular de Neustift y es todavía meta de peregrinaciones. En todo el medioevo fue invocado como protector en los partos difíciles. Su culto fue confirmado en 1784 por el papa Pío VI.
Su tumba se encuentra en la Canónica Regular de Neustift y es todavía meta de peregrinaciones. En todo el medioevo fue invocado como protector en los partos difíciles. Su culto fue confirmado en 1784 por el papa Pío VI.
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