22 de octubre de 2014

San ABERCIO DE HIERÁPOLIS. M. c. 167.


Martirologio Romano: En Hierápolis, ciudad de Frigia, san Abercio, obispo, discípulo de Cristo, buen Pastor, del cual se cuenta que peregrinó por diversas regiones anunciando la fe, siendo alimentado con un místico manjar.

Obispo de Hierápolis en Frigia. Se dice que su predecesor fue el famoso san Papías. Allí desempeñó su misión de pastoreo de sus fieles, aunque recorrió varias regiones del mundo conocido. Fue muy celoso de los intereses de Dios y enamorado del bien para los hombres. Tuvo dones taumatúrgicos. Como refieren las memorias que san Abercio hizo algunos milagros que los racionalistas no supieron encontrar una explicación a la medida humana, no sólo negaron los milagros afirmando que era una invención, sino que llegaron incluso a negar la existencia de san Abercio. 
Se enfrentó públicamente contra los cultos idolátricos, destrozó los ídolos y salió ileso de su acción cosa que provocó la catequezación y bautismo de muchos; dio la vista instantáneamente a una matrona ciega llamada Frigela; curó a cantidad de enfermos y lisiados que recurrían a él en demanda de auxilio a entremedias de sus catequesis y, sobre todo, expulsaba exitosamente y con relativa frecuencia al demonio de los posesos, entre ellos a la mismísima hija del emperador.
Fue detenido a causa de su celo por combatir el paganismo, fue liberado y murió en paz en su sede. W. M. Ramsay, un arqueólogo de finales del siglo XIX, descubrió cerca de Esmirna y en el lugar del emplazamiento de la antigua Hierápolis la tumba de san Abercio, cuyo epitafio compuesto por él mismo, sostiene diversos puntos sobre el bautismo, la eucaristía y el primado de Roma; su autenticidad está fuera de toda duda. 
Puesto que el texto es bastante largo, transcribimos nada más que los fragmentos que presentan, como veremos, símbolos como los tratados en este capítulo: "Mi nombre es Abercio./ Soy discípulo de un pastor casto que apacienta/ su rebaño de ovejas por montes y llanuras.../ La fe me acompañó a todas partes y ella fue/ la que me procuró para comida un pez muy grande y puro,/ que pescó una virgen inmaculada./ Ella misma lo dio a comer enteramente a sus amigos;/ ella, que tiene un vino delicioso/ y lo ofrece mezclado con pan."

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