ruinas de Hierápolis |
Santos Ciriaco y Claudiano. s. IV.
Martirologio Romano: En Hierápolis en Frigia, en la actual Turquía, santos Ciriaco y Claudiano, mártires.
San Proclo de Constantinopla. M. 447.
Martirologio Romano: En Constantinopla, san Proclo, obispo, que proclamó insistentemente a la Virgen María como Madre de Dios, dispuso el solemne retorno de los restos de san Juan Crisóstomo a esta ciudad y, en el Concilio Ecuménico de Calcedonia, mereció ser llamado “Grande”.
Discípulo de san Juan Crisóstomo; fue patriarca de Constantinopla en el 434. Fue clemente hacia los nestorianos; según la tradición introdujo el canto del “Trisagión” en la liturgia. Todavía existen algunas de sus cartas y homilías. Proclamó insistentemente a la Virgen María como Madre de Dios, dispuso el solemne retorno de los restos de san Juan Crisóstomo a esta ciudad y, en el Concilio Ecuménico de Calcedonia, mereció ser llamado “Grande”.
San Cirilio de Alejandría describe a san Proclo como «un hombre muy religioso, perfectamente al tanto de la disciplina eclesiástica y muy observante de los cánones». Sócrates, el historiador griego, quien le conoció personalmente, escribe: «Pocos podrían igualarle en santidad. Era bondadoso con todos, porque estaba convencido de que la bondad sirve mejor que la severidad a la causa de la verdad. Por ello estaba resuelto a no irritar ni provocar a los herejes, con lo cual restituyó a la iglesia, en su persona, la mansedumbre y bondad que le son propias y que desgraciadamente le habían faltado en tantos casos ... Fue verdaderamente un modelo de prelado». Está considerado como uno de los Padres de la Iglesia.
San Evergislo de Colonia. M. c. 450.
Martirologio Romano: Cerca de Tongres, en el Brabante, de Austrasia, san Evergislo, obispo de Colonia y mártir, que en el ejercicio de su misión pastoral, mientras se dirigía a Poitiers, fue asesinado por unos malhechores.
Obispo de Colonia, martirizado en manos de salteadores paganos en Tongres, mientras se dirigía a Poitiers en el ejercicio de su misión pastoral; pero probablemente murió en una época posterior y no mártir. Algunos autores consideran que en realidad vivió en el siglo VI, en el 590.
San Maglorio de Dol. M. c. 575.
Martirologio Romano: En Bretaña Menor, san Maglorio, que, discípulo de san Iltuto, sucedió a san Sansón como obispo de Dol y después llevó vida solitaria en la isla de Serk, según cuenta la tradición.
Nació en Gales y fue educado en la gran abadía de Llanvit, durante el gobierno de san Iltuto; era pariente de san Sansón de Dol, juntos marcharon a la Bretaña francesa, donde fueron abades de dos monasterios, san Sansón del de Dol y Maglorio del de Lammeur. Sansón fue nombrado obispo de Dol y a su muerte le sucedió Maglorio. Al final de su vida se retiró a una isla de la Mancha y construyó una abadía en Sark, donde murió.
Advertido sobre su muerte, pasó en la iglesia los seis meses que le quedaban de vida, repitiendo sin cesar: "No pido más que una cosa al Señor: habitar en su casa todos los días de mi vida". Murió a muy avanzada edad.
San Senoco. M. 576.
Martirologio Romano: En la región de Tours, en Neustria, san Senoco, presbítero, que construyó un monasterio en unas antiguas ruinas, mostrándose asiduo a las vigilias, a la oración y a la caridad hacia los siervos.
Nació en Tiffauges, en Poitou, fue abad y presbítero en Turena. Tuvo dones taumatúrgicos y ayudó a sus vecinos construyendo puentes y un monasterio en unas antiguas ruinas, mostrándose asiduo a las vigilias, a la oración y a la caridad hacia los siervos. Hizo grandes penitencias.
San Fromundo de Coutances. M. d. 600.
Martirologio Romano: En Coutances, de Neustria, san Fromundo, obispo, que fundó el monasterio de monjas de Ham y ejerció sus funciones pastorales movido por el amor de Dios.
Natural de Normandía. Obispo de Coutances, fundó el monasterio de monjas de Ham y ejerció sus funciones pastorales movido por el amor de Dios.
San Martín de Vertou. M. 601.
Martirologio Romano: En el monasterio de Vertou, en el territorio de Armórica, en la Galia, san Martín, diácono y abad, al que san Félix, obispo de Nantes, envió para convertir a los paganos de la región.
Abad y fundador de las abadías de Vertoun (Nantes), de Saint-Jouin-des-Marnes y otras; los detalles de su vida son muy confusos. Se dice que introdujo la regla benedictina en la abadía de Saint-Jouin-des Marnes, donde se trasladaron sus reliquias.
Según su leyenda nació en Nantes, en el seno de una familia franca. San Félix le confirió el diaconado y le envió a predicar en el Poitou. A pesar de todos sus esfuerzos, Martín sólo consiguió convertir a los dueños de la casa en que habitaba. A éstos les aconsejó que huyesen de la catástrofe que se avecinaba y él mismo abandonó la ciudad en la que había trabajado en vano. Inmediatamente después de su salida. un terremoto la destruyó y quedó cubierta por las aguas.
Después de su fracaso misional, san Martín se retiró a un bosque de la ribera izquierda del Sèvre, donde fundó una ermita que se transformó con el tiempo, en la abadía de Vertou. El santo evangelizó la región. Se le atribuyen varias otras fundaciones, como la del convento de las religiosas de Durieu, en el que murió.
Santas Petronila y Poncia. s. XII.
Petronila era mujer de san Gilberto de Neufontaines. De común acuerdo con su marido, decidieron abrazar la vida religiosa y con su hija santa Poncia, ingresaron en entre los premostratenses. Fundaron un monasterio en Aubeterre en Alvernia, Francia, del cual fue abadesa Petronila hasta su muerte que le sucedió su hija Poncia. Aquí terminan las noticias que tenemos sobre estas dos mujeres.
San José Le Dang Thi. (c.1829 - 1860).
Martirologio Romano: En Hué, ciudad de Annam, san José Le Dang Thi, mártir, que, siendo militar, fue encarcelado por ser cristiano y en medio de los tormentos a que le sometieron no cedió en su fe, dando testimonio ante sus compañeros de prisión, por lo que acabó estrangulado en tiempo del emperador Tu Duc.
Nació en Ken-Van, Tonkin. Capitán vietnamita del ejército del rey Tu-Duc, destinado al destacamento de Nghe-An. Cuando en 1859 se prohibió a los militares profesar el cristianismo, el gobernador que le tenía gran estima le aconsejó que se licenciase alegando su mala salud, y así no tendría que renegar de su fe. José así lo hizo y regresó a su pueblo donde construyó una casa para su familia. Al poco tiempo fue arrestado por ser cristiano y llevado a la cárcel de Quang-Tri, en 1860; interrogado se negó a apostatar, por lo que le cargaron con la canga y lleno de cadenas. Fue llevado a la carcel de An-Hoa, capital de la provincia, se le recrudeció la enfermedad, y temió morir sin haber alcanzado la palma del martirio, pero fue martirizado por medio del garrote. Fue canonizado el 19 de junio de 1988 por el papa Juan Pablo II junto con los 117 mártires del Vietnam.
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