22 de octubre de 2014

OTROS SANTOS DEL DÍA:



San Marcos de Jerusalén. M. c. 156. 
Martirologio Romano: Conmemoración de san Marcos, obispo de Jerusalén, que fue el primer obispo procedente de los gentiles que ocupó la sede de la Iglesia de la Ciudad Santa, trabajando con fe y celo para reunir a sus fieles dispersados por la guerra.
Primer obispo de Jerusalén que no fue judío. Se dice que gobernó durante 20 años, trabajando con fe y celo para reunir a sus fieles dispersados por la guerra y que murió mártir; pero todo esto son solamente conjeturas.

Santos Felipe de Heraclea y Hermetes. M. 304. 
Martirologio Romano: En Edirne en Tracia, siempre en Turquía, santos mártires Felipe, obispo de Heraclea, y Hermetes, diácono: el primero, al comienzo de la persecución del emperador Diocleciano, había recibido la orden de cerrar las iglesias y de consignar todos los vasos y libros sagrados que éstas contenían; respondió al gobernador Justino que no le era lícito consignar lo que se le pedía ni a él apropiarselos, después de sufrir la cárcel y la flagelación, fue quemado junto a su diácono en la hoguera
Mártir junto con Severo, Eusebio y Hermetes. Felipe era obispo de Heraclea de Tracia; Severo era su diácono y Eusebio y Hermetes dos miembros del clero inferior. Cuando la persecución de Diocleciano, Felipe instó a sus fieles a orar en cualquier lugar, porque les habían cerrado los templos: “¿Imagináis que Dios mora dentro de los muros, y no más bien en los corazones de los hombres?” dijo. Se negaron a consignar los libros sagrados, y por esta causa fueron apresados y condenados a la hoguera en la ciudad de Adrianápolis. Sus Actas se conservan prácticamente sin variaciones. 

San Malón de Rouen. M. 314. 
Martirologio Romano: En Rouen en la Galia lugdonense, hoy en Francia, san Melanio, obispo, que se piensa anunció en esta ciudad la fe cristiana y constituyó la sede episcopal
Parece que fue un britano, nacido en Cardiff y que fue el primer obispo de Rouen. Patrón de Rouen y Pontoise, donde está enterrado.

San Valerio. M. 407.
Martirologio Romano: En el territorio de Besançon, en Germania, san Valerio, diácono de la iglesia de Langres, al que dieron muerte unos paganos.
Arcediano que fue compañero de martirio de san Desiderio de Langres. Mártir en Langres por los vándalos.

San Símaco de Capua. M. 449. 
En el 430 fue consagrado obispo de Capua. Fue el fundador de la basílica de Santa María Mayor, que fue el núcleo inicial de la nueva ciudad, la futura Santa María Capua Vetere, que fue la catedral. Ésta se construyó a raíz del Concilio de Éfeso del 431 que proclamó la divina maternidad de María. En el 431 fue a visitar, junto con otro obispo, Acindino, al moribundo san Paulino de Nola, que murió tres días despues. Murió después de 19 años de episcopado y su culto se mantuvo siempre vivo. Es patrón de Santa María Capua Vetere.

San Verecundo de Verona. M. 522. 
Obispo de Verona. No conocemos otros particulares de su vida. 

San Lupencio. M. 587. 
Martirologio Romano: En la región de Chalons, en Neustria, san Lupencio, abad de la basílica de Saint-Privat-de-Javols, que, después de haber recibido injustamente muchas injurias de parte de Inocencio, conde de la ciudad, fue decapitado.
Cuanto sabemos de este santo proviene de una noticia que san Gregorio de Tours le dedica en su “Historia de los Francos”, VI,37. Según ese relato, Lupencio era abad de la basílica de Saint-Privat de Javols, en Lozère (Languedoc). Acusado por Inocencio, Conde de Javols, de haber criticado a la reina Brunegilda, tuvo que presentarse ante ella, que residía en ese momento en Metz. Pudo justificar su conducta y resulto libre, pero, durante la vuelta, fue apresado por el Conde Inocencio en una localidad llamada Ponthion, cerca de Vitry-le-Francois (Marne) y, después de distintos tormentos, fue decapitado. La cabeza y el cuerpo, se depositaron separadamente en Marne, pero fueron reunidos tras algunos días por unos pastores, y enterrados honrosamente (hacia el año 587). Los enfermos acudían a su tumba. 
En fecha posterior desconocida, las reliquias del santo fueron trasladadas a la catedral de Soissons donde, en el 1667, fueron destruidas por un incendio. Su culto se encuentra extendido por toda la Champagne, donde tiene dedicadas diez y siete parroquias, así como en las diócesis de Langres y de Verdun. Es el mismo san Luvencio de Kobern que el Martirologio Romano celebra el 13 de octubre. Es especialmente invocado para la protección de los niños. Patrón de Châlons sur Marne.

San Leotadio de Auch. M. 718. 
Martirologio Romano: En la ciudad de Auch, en Aquitania, san Leotadio, obispo.
Miembro de una noble familia franca; se hizo monje benedictino de Fontenelle o Moissac (Francia) y sucedió en 670 como abad de este monasterio a san Ansberto. Como era de familia noble, logró las ayudas precisas para engrandecer su abadía y durante el reinado de Teodorico III recibió una donación de dieciocho pueblos.  
El año 691 fue elegido obispo de Auch por Eudo, duque de Aquitania y Gascuña. Estaba formando parte de una legación a Carlos Martel cuando murió en Borgoña. Sus reliquias fueron llevadas luego a la catedral de Auch.

San Moderano.  M. c. 730. 
Martirologio Romano: En el monasterio de Berceto, en la Lombardía, san Moderano, abad, antes obispo de Rennes, en la Galia, insigne por su amor a la soledad y la devoción hacia los lugares santos.
Nació en Rennes y, en el 703, fue elegido obispo de Rennes. Su vida está rodeada de leyenda. Se sabe que donó el monasterio de Berceto a la abadía de San Remigio en Reims. Dimitió como obispo de Rennes, después de una peregrinación a Roma y fue nombrado por el rey lombardo, Liutprando, prior del monasterio benedictino de Berceto (Parma). Fue famoso por su amor a la soledad y su devoción hacia los lugares santos. Sus restos reposan en Rennes.

San Benito de Massérac. M. 845. 
Martirologio Romano: En el territorio de Nantes, en la Bretaña Menor, san Benito, que llevó vida eremítica en Massérac.
Abad griego que huyó de Patrás y se estableció en Masserac en la diócesis de Nantes donde llevó vida eremítica. La tradición dice que fue acogido por el obispo de Nantes, Alano, y que su humildad y vida de oración atrajo a muchos discípulos con los que fundó un monasterio bajo la regla de san Columbano. 

San Donato Scoto. M. 876.
Martirologio Romano: En Fiésole, de la Toscana, san Donato Scoto, obispo, que, insigne por su erudición y su piedad, oriundo de Irlanda y peregrinando hacia Roma, fue elegido obispo de esta ciudad.
Irlandés que mientras atravesaba Toscana, al regreso de una peregrinación de Roma, fue elegido obispo de Fiesole (828-875). Dice la tradición que llegó a Fiesole a causa de la invasión de los daneses de Irlanda, que cuando entró en la ciudad, ésta había sido saqueada por los normandos; buscaban un nuevo obispo, porque el anterior había muerto durante el saqueo. Al traspasar Donato las puertas de la ciudad de Fiesole, las campanas empezaron a sonar y las velas se encendieron, entonces el pueblo lo aclamó obispo. Maestro de san Andrés de Fiesole. Fue un poeta y estudioso lleno de caridad hacia los peregrinos. Escribió una vida de santa Brígida de Kildare. 
Como obispo procuró recuperar los bienes de su iglesia, que habían sido usurpados por varias disposiciones imperiales. Obtuvo de Ludovico II, la restitución de estos bienes y algunos privilegios para su diocesis. Apoyó a Ludovico en los derechos imperiales a la participación de la elección del Pontífice. En el 844 asistió en Roma, a la coronación de Ludovico. Murió en Fiesole y está enterrado en la catedral. 

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