Martirologio Romano: Santos Cosme y Damián, mártires, que, según la tradición, ejercieron la medicina en Ciro, de Augusta Eufratense (hoy Siria), no pidiendo nunca recompensa y sanando a muchos con sus servicios gratuitos.
Eran hermanos gemelos, descendientes de una familia árabe inmigrada a Ege, Cilicia; médicos de profesión y, según cuenta la leyenda, llamados "anárgiros", es decir "sin dinero", porque sanaban las enfermedades sin aceptar pago alguno por sus servicios. Mártires en Cyrus, junto a Alepo (Siria), después de la denuncia de unos colegas y sacerdotes envidiosos, durante la persecución de Diocleciano; fueron detenidos por Lisias, gobernador de Cilicia, y después de varios tormentos, fueron decapitados. Sus cuerpos fueron llevados a Siria y enterrados en Cyrus. Teodoreto que fue obispo de aquella ciudad en aquella ciudad en el siglo V, mencionó que sus reliquias fueron despositadas allí, en una iglesia que lleva su nombre.
Todo lo que sabemos de ellos es leyenda, y no estamos ni siquiera seguros que fueran hermanos, aunque su existencia sí está confirmada. A su martirio se añadieron: santos Antimio, Leóncio y Eutropio o Euprepio, también hermanos.
Se cuenta que Damián había aceptado una vez un regalo de una mujer, Palladia, por una curación, entonces Cosme enfadado, dijo que no quería ser enterrado con él, pero después de su martirio, se descubrió que Damián había aceptado aquel don para no ofender a la mujer. Esto nos demuestra que trabajaban en la medicina sin recibir dinero ni dones por su arte. Sus nombres entraron en el Canon de la Misa. Y su fama se extendió durante toda la antigüedad, sobre todo en la Edad Media. Después de 1969, el calendario latino trasladó su festividad del 27 de Septiembre, por estar ocupada por san Vicente de Paúl, al 26 de Septiembre. MEMORIA FACULTATIVA.
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