28 de septiembre de 2014

San WENCESLAO DE BOHEMIA. (c.907 - c.929).


Martirologio Romano: San Wenceslao, mártir, duque de Bohemia, que, educado por su abuela santa Ludmila en sabiduría divina y humana, fue severo consigo, pacífico en la administración del reino y misericordioso para con los pobres, redimiendo para ser bautizados a esclavos paganos que estaban en Praga para ser vendidos. Después de sufrir muchas dificultades en gobernar a sus súbditos y formarles en la fe, traicionado por su hermano Boleslao fue asesinado por sicarios en la iglesia de Stara Boleslav, en Bohemia.


Nació en Stochov. Hijo del príncipe, ya cristiano, Vratislao I de Bohemia y de su esposa pagana, Drahomira, fue bautizado por un fraile eslavo discípulo del apóstol san Metodio. Educado, desde su infancia, en la fe cristiana, especialmente influenciado por su abuela santa Ludmila, fue enviado al liceo de la iglesia de San Pedro en Budeé donde aprendió latín, y bajo la guia de un docto maestro se preparó para asumir sus responsabilidades de gobierno y de buen cristiano. Tuvo una especial veneración por la Eucaristía y por María, que le llevó a consagrarse a Ella, en voto de castidad perpetua.
Tras la muerte accidental de su padre en el año 921, Drahomira asumió el poder y no se mostró acorde con la fe del joven Wenceslao que buscó refugio en casa de su abuela Ludmila que fue estrangulada, por orden de su nuera. El caos se apoderó del ducado de Bohemia y el duque Arnulfo de Baviera se aprovechó de esas circunstancias para invadir el país durante la primavera de 922. Venceslao accedió al trono dos años más tarde, tras un golpe de Estado. 
Hacia el 925, Wenceslao tomó oficialmente el poder y luchó contra las intrigas de su madre: "si Dios te causa fastidio, ¿por qué quieres impedir a otros de amarlo?" y la relegó a Budec. 
El ideal de su reinado fue impulsar el progreso cristiano de su pueblo. Visitó a los pobres, a los enfermos y hasta los mismos presos, cuya legislación penal tanto había humanizado, ya que suprimió la tortura y la horca. Hizo erigir la catedral de Praga (entonces iglesia de San Vito). Su profunda vida de piedad le llevó a aparecer siempre como un ejemplo para los ciudadanos, en el trabajo de la paz y, para los soldados en el riesgo de la guerra. En este mismo ideal de su reinado se encontró enseguida con la hostilidad de los grandes señores, amigos del paganismo, que le impedían incluso tratar con el clero. Enrique I el Pajarero de Germania quiso entonces invadir Bohemia pero Wenceslao le propuso firmar un pacto de no agresión cuya paz costó 129 vacas y 500 talentos de plata por año, algo habitual en esa época: Wenceslao prefería la paz a la guerra. Muchos compañeros del soberano, incluido su hermano Boleslao, aceptaron a la fuerza este proceder.
Vivió rodeado de intrigas y conjuras de parte del partido pagano que encabezaba su madre, que prefería a su hijo menor Boleslao. Para deshacerse de él, la oposición encabezada por su hermano, no encontró otra solución que hacerlo morir a manos del propio Boleslao, con ocasión de un convite familiar en el castillo de Stará Boleslav, mientras oraba en el templo antes de entregarse al sueño. Dicen que pudo defenderse y que eligió ser victima, que tiró su espada, y al ver a su hermano le dijo: "la diestra de un servidor de Dios no debe ser fratricida". Patrón de Bohemia. MEMORIA FACULTATIVA. 

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