17 de septiembre de 2014

San FRANCISCO MARÍA DE CAMPOROSSO. (1804-1866).


Martirologio Romano: En Génova, de la región de la Liguria, san Francisco María de Camporosso, religioso de la Orden de Hermanos Menores Capuchinos, que fue eximio por su caridad para con los pobres y por su entrega al bien y salvación de sus vecinos enfermos, haciéndose ofrenda como víctima de la peste arrasadora.

Nació en Camporosso (Liguria), y se llamaba Juan Croese; era hijo de pobrísimos agricultores y desde muy joven enseñó el catecismo a sus ciudadanos. Fue pastor y en este trabajo aprendió a buscar a Dios en la alegría y la modestia, y no supo aprender nada más en los colegios populares de Génova. Cuando se manifestó su vocación religiosa, primero entró en los franciscanos menores conventuales, tomando el nombre de Antonio, después, se hizo Terciario franciscano, hasta que por fin entró en el noviciado capuchino de San Bernabé en Génova con el nombre de Francisco María. Tras su profesión fue trasladado al convento genovés de la Santa Concepción, donde permaneció hasta su muerte. 
Hombre de limitada cultura, fue siempre hermano lego, encargado de los servicios más humildes del convento, en la cocina y en la enfermería. Luego fue limosnero, encargado de recorrer diariamente las calles de la ciudad acercándose y consolando a los más pobres. Llamado "el Padre santo" por su caridad. Llevó siempre una vida apostólica con el único fin de acercar las almas a Dios. Fue un devoto de María y acercó a todos los que pudo a su devoción. Fue ayudado económicamente no sólo por católicos sino también por protestantes, judíos y no creyentes. Tuvo acceso al puerto y allí consoló a los emigrantes.  Se ofreció como víctima para que su ciudad se viera libre del cólera. Murió después de tres días de enfermedad, y según los relatos de la época al poco tiempo de su muerte la epidemia disminuyó desde ese momento. El Papa Juan XXIII lo canonizó el 9 de diciembre de 1962.

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