Martirologio Romano: En Hue, de Annam (hoy Vietnam), pasión de san Manuel Nguyen Van Trieu, presbítero y mártir, bajo el régimen del emperador Canh Thinh.
Nació en Tu-Dhuc, Vietnam en el seno de una familia noble; su padre era mandarín y su madre cristiana. Su padre era jefe de la guardia real del rey Nguyen. Por eso ingresó en el ejército, pero al producirse una rebelión contra el rey, hubo luchas y en una de ellas murió su padre y huyó el rey. Abandonó la milicia y marchó a Tonkin oriental.
Acogido por los dominicos, el Vicario Apostólico le propuso estudiar para ser sacerdote. Se preparó a lo largo de seis años y fue ordenado sacerdote en Pong-King (China). Con sus buenos servicios como sacerdote durante cinco años pagó la deuda que tenía con aquel vicariato, obteniendo luego permiso para volver a su tierra.
Instalado en una casita, donde pudo llevarse a su madre, viuda y pobre, él se dedicó por entero a su apostolado. Durante los siguientes 19 años trabajó en la formación de la comunidad cristiana y dio buen ejemplo como cristiano y sacerdote.
Cuando una banda de perseguidores de cristianos llegó a su pueblo, el miedo que hizo daño a la población cristiana, llevó a Manuel a presentarse a ellos espontáneamente. Fue trasladado a la ciudad de Hue, encerrado en una dura cárcel, teniendo el consuelo de que dejaran entrar a su madre a visitarlo y pudiera recibir los sacramentos de manos del padre san Pablo Le Van Loc. Fue condenado a ser aplastado por los elefantes, pero luego se le conmutó la pena por decapitación y con esta muerte, recibida con serenidad y piedad, glorificó a Dios. Los mandarines permitieron que sus restos fueran sepultados por los cristianos, llevándose años más tarde a la iglesia de Duong-Son.
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