20 de septiembre de 2014

San EUSTAQUIO. M. 118.


Martirologio Romano: En Roma, conmemoración de san Eustaquio mártir, cuyo nombre es venerado en una antigua iglesia diaconal de la Urbe

Sobre su existencia hay dudas muy fundadas, y su vida se cuenta en la “Leyenda Áurea”. Se dice que era un general del ejercito de Trajano llamado Placido, pagano pero muy caritativo, un día yendo de caza por los alrededores de Tívoli persiguió a un ciervo que al verse acosado se volvió hacia él mostrando una cruz luminosa entre sus astas (algo semejante a la leyenda de san Huberto). Placido se convierte junto con su esposa santa Teopistes y sus dos hijos: santos Agapio y Teosio, y cambia de nombre por el de Eustaquio (los bautiza el papa en Roma), pero el descubrimiento de la fe va unido a una serie de desgracias que se abaten sobre su familia; pierden todas sus riquezas, tienen que salir de Roma, los esposos se ven separados en dramáticas circunstancias y da por muertos a sus hijos. Se dirigían a Egipto, cuando el capitán del barco, queriendo poseer a Teopistes, al final de la travesía como no podían pagar el viaje, se quedó con ella. En medio del desierto, los niños fueron arrebatados por animales salvajes.
Tras aceptar la voluntad de Dios, vive dedicado a humildes quehaceres en un pequeño pueblo durante 15 años, hasta que tiempo después el emperador Trajano le reclama para ponerle al frente de su ejército con lo cual consigue una gran victoria, acompañado por el reencuentro con toda su familia, que estaba a salvo. Reconoce a sus hijos entre los legionarios, y a su mujer entre las que acompañaban a la tropa. Roma le recibe en apoteosis, pero, muere Trajano, y Adriano le sucede y cuando se entera que es cristiano y al negarse a quemar incienso ante los dioses, Eustaquio y los suyos sufren martirio, asados dentro del vientre de un toro de bronce. Sus Actas no son ciertas y su culto ha sido suprimido en 1969. 

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