José. M. 1700 a. C. (Antiguo Testmento).
Hijo de Jacob y de Raquel nació en el país de Jarán. “Israel amaba a José más que a todos los demás hijos, por ser para él el hijo de la ancianidad. Le había hecho una túnica de manga larga. Vieron sus hermanos cómo le prefería su padre a todos ellos y le aborrecieron hasta el punto de no poder ni siquiera saludarle” (Gn 37, 3-4). El hijo se reveló como un soñador, y sus hermanos decidieron venderlo a unos mercaderes egipcios.
Fue subiendo escalones en la casa de su amo, hasta que fue acusado falsamente por su esposa de querer seducirla, y fue encarcelado. En la cárcel se reveló como intérprete de sueños y esto le hizo llegar hasta el mismo faraón que le nombró primer ministro. Consiguió salvar a Egipto de una hambruna y esto traspasó las fronteras, de forma que llegaban otros pueblos a pedir trigo a los egipcios, entre ellos sus propios hermanos. En Gn 42, 1-44,34, nos relata la serie de vicisitudes que hizo pasar a sus hermanos, hasta que les devolvió el mal que le hicieron por el bien. Toda la familia bajó a Egipto y allí se quedaron hasta que tiempo después caería el pueblo de Israel en la esclavitud. José murió en Egipto pero fue enterrado en Siquem, en la tierra de sus padres. Se ha visto en José el símbolo profético de Jesús de Nazaret, como libertador del pueblo. Su festividad se celebra en el Calendario palestino-gregoriano; en los martirologios occidentales no aparece su culto.
Santa Hermione. M. c. 117.
Es una de las hijas de san Felipe "el Diácono", nombrada como profetisa en los Hechos de los Apóstoles (21,9). Se dice que murió mártir en Éfeso durante el imperio de Trajano.
Santa Cándida de Nápoles "la Vieja". M. c. 117.
Es recordada en Nápoles como la viuda que atendió a san Pedro ofreciéndole hospedaje en su primer viaje a Roma, y su casa servía como lugar de reunión de las primeras comunidades; se dice que Pedro la curó de una enfermedad y que ella fue quién convirtió a san Asprén, obispo de Nápoles.
San Marcelo de Chalons-sur-Saone. M. c. 178.
Presbítero de Lyon, discípulo de san Potino, que huyó de la prisión y de la persecución del 177, con el fin de difundir la fe en la orilla del Saona. Su compañero, san Valeriano, se quedó en Tournus, mientras él prosiguió hasta Chalons, donde convirtió a la familia de un cierto Latinus que adoraba a Marte, Mercurio y Minerva. Como pasara por aquellos lugares el prefecto Vriscus, fue invitado a participar en el banquete con el que los notables festejaban a los dioses. Marcelo se declaró cristiano y fue enterrado hasta la cintura en la orilla del Saona y dejado morir. Se dice que sobrevivió tres días.
San Caletrico de Chartres. (529 - c.567).
Martirologio Romano: En Chartres, de Neustria, san Caletrico, obispo.
Nació en Chartres y fue obispo de esta ciudad después de la muerte de san Leobino. Era muy joven cuando ocupó la sede episcopal (c.557-567). Participó en los concilios de Tours y de París. Fue conocido por su ciencia y su gran bondad. Sus reliquias se encuentran en la catedral de Chartres.
Martirologio Romano: En Herzfeld, de Sajonia, santa Ida, viuda del duque Ecberto, insigne por su asidua oración y caridad para con los pobres.
Descendiente de Carlos Martel y creció en la Corte. Se casó y fue muy feliz en su matrimonio, pero pronto perdió a su marido el duque Ecberto de Herzfeld. Tuvo 5 hijos. Al enviudar (811) fundó una iglesia en Hofstadt y el convento de Herzfeld en Westfalia, en la diócesis de Müster y se dedicó a las buenas obras, de piedad, caridad y mortificación. A fin de tener siempre presente la muerte y sus deberes de caridad para con el prójimo, Ida hizo construir un sarcófago de piedra que, diariamente, colmaba de alimentos para distribuirlos entre los pobres. En sus últimos años, sufrió una dolorosa enfermedad incurable, que soportó con mucha paciencia. Está enterrada en el convento de Herzfeld.
Santa Irmgarda de Süchteln. M. c. 1089.
Martirologio Romano: En Colonia, de la Lotaringia, santa Irmgarda, condesa de Süchteln, que utilizó sus bienes en la construcción de iglesias.
Hija del conde de Aspel en el Bajo Rin. Condesa de Süchteln o Aspel, en Alemania, fue bienhechora de la Iglesia y de los pobres. Llevó una vida eremítica en Süchteln. Después de una peregrinación a Roma se estableció en Colonia donde dio ejempo de virtud. Su tumba se halla detrás del altar mayor de la catedral de Colonia. Su culto es popular.
Escipión Jerónimo Brigéat Lambert. Beato. (1733-1794).
Martirologio Romano: En el mar frente a Rochefort, en el litoral norte de Francia, beato Escipión Jerónimo Brigéat de Lambert, presbítero y mártir, que, siendo canónigo de la diócesis de Avranches, durante la Revolución Francesa fue encerrado en una nave anclada por su condición de sacerdote, muriendo de inanición.
Nació en Ligny, siendo su padre, consejero y receptor de finanzas. Después de estudiar en su pueblo natal, marchó al colegio de La Marche en París, y de allí pasó al seminario de San Luis donde obtuvo el título de maestro en Artes. Pasa después al seminario de San Sulpicio y fue ordenado sacerdote en 1756. Más tarde hará el doctorado (1760) en el colegio de Navarra. Vicario general de Avranches en 1761, perseverará en este cargo hasta 1788 durante tres episcopados sucesivos. En esta última fecha es nombrado gran decano del cabildo de la catedral.
Suprimidos por la Revolución los cabildos, debió abandonar su residencia y el 30 de septiembre de 1791 dejó Avranches para marchar a su natal Ligny. Firme enemigo del juramento constitucional, fue arrestado el 16 de mayo de 1793 y encarcelado en el exconvento carmelita de Bar-sur-Ornain. En marzo de 1794 se decretó su deportación y salió con otros hacia Rochefort el 15 de abril. Embarcado en el “Washington”, fue enfermero voluntario de sus hermanos sacerdotes, animándolos con sus palabras y su ejemplo de paciencia y perseverancia en la recta fe. Consumido de trabajos y miserias murió el 4 de septiembre de 1794. Fue beatificado el 1 de octubre de 1995 por el papa Juan Pablo II.
Berardo de Lugar Nuevo de Fenollet (José Bleda Grau). Beato. (1867-1936).
Martirologio Romano: Cerca de la localidad de Genovés, provincia de Valencia, igualmente en España, beato Berardo (José) Bleda Grau, religioso de la Orden de Hermanos Menores Capuchinos y mártir glorioso por Cristo en la guerra civil española.
Nació en Lloc Nou de Fenollet (Valencia). Profesó en la Orden Capuchina el 2 de febrero de 1901. Pasó toda su vida religiosa en Orihuela (Alicante), trabajando como limosnero y sastre de la comunidad. Edificó a la gente de la ciudad y a su misma comunidad por su humildad y caridad. Al cerrarse el convento, se refugió en su pueblo, en casa de unos parientes. Fue arrestado, cuando estaba casi ciego, la noche del 30 de agosto de 1936, y tuvo que soportar los malos tratos de sus perseguidores. El 4 de septiembre, sin juicio alguno, fue llevado en coche, por la carretera que va de Manuel a Benigánim, hasta el término de Genovés, donde lo fusilaron. Los que vieron el cadáver antes de que se le diera sepultura, afirman que tenía la cabeza totalmente destrozada. Fue beatificado el 11 de marzo de 2001 por el papa Juan Pablo II.
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