Martirologio Romano: En Jerusalén, dedicación de las basílicas que el emperador Constantino quiso devotamente edificar sobre el monte Calvario y sobre el sepulcro del Señor.
San Julián de Galacia. M. c. 321.
Martirologio Romano: En Ancira en Galacia, en Turquía, san Julián, sacerdote y mártir bajo el emperador Licinio.
Mártir junto con Macrobio. Parece que fueron martirizados durante la persecución de Licinio; Macrobio, un capadocio, fue ejecutado en Tomis del Ponto y el presbítero Julián en Ancira de Galacia.
Según se cuenta san Julián era un muchacho cuando fue arrestado por ser cristiano y le iterrogaron para que revelara los nombres y el lugar donde se encontraban los otros cristianos. Al rehusarse fue torturado y al final decapitado. Otros 40 jóvenes al ver el coraje de nuestro santo, se presentaron ante el juez y confesaron su fe en el Nombre de Cristo y por ello sufrieron martirio.
San Litorio de Tours. M 371.
Martirologio Romano: En Tours en la Galia lugdonense, hoy Francia, san Litorio, obispo, que primero construyó una iglesia dentro de los muros de esta ciudad, donde anteriormente habían estado presentes los cristianos.
II Obispo de Tours, donde sucedió a san Gaciano en el 337, y tuvo como sucesor a san Martín de Tours. Edificó la primera catedral.
San Emiliano de Valence. M. d. 374.
Martirologio Romano: En Valence, de la Galia Lugdunense, san Emiliano, venerado como primer obispo de esta ciudad.
San Marcelino de Cartago. M. 413.

Era tribuno y notario. Buen cristiano, estaba casado y ambos vivían una vida virtuosa. En el 411, el emperador Honorio, convocó un concilio de pacificación entre donatistas y católicos en Cartago. Este concilio lo presidió el tribuno Marcelino. Había 286 obispos de la parte católica y 279 de la parte donatista. Como portavoz católico estaba san Agustín que demostró los errores del donatismo. Marcelino, en nombre del emperador, dio sentencia favorable para los católicos, pero los donatistas, no la aceptaron y le consideraron responsable de su derrota y por ello fue ejecutado sin juicio, junto a su hermano el juez Agrario. San Agustín le dedicó su obra "La Ciudad de Dios".
Al año siguiente, el mismo emperador Honorio, reconoció el error cometido por la justicia romana. Aclarada la situación, fueron sancionadas y aprobadas todas las decisiones del tribuno Marcelino, a quien la Iglesia honró como mártir por su fidelidad a la verdad aun ante la muerte.
San Maurilio de Angers. M. 453.

Natural de Milán, era hijo de un patricio, donde recibió las órdenes menores de san Ambrosio de Milán. Viajó desde Milán a Tours en busca de san Martín, quién le ordenó sacerdote. En Angers lo recibió el obispo san Apodemio, quien lo envió a Chalonnes-sur-le-Layon, para convertir a los paganos. Luego fue consagrado obispo de Angers, pero abandonó muy pronto su sede para hacer penitencia por haber dejado morir a san Renato sin haberle administrado el bautismo, desgracia que atribuía a la negligencia. Se marchó a Inglaterra donde trabajó como jardinero. De vuelta a Angers, cambió el báculo por la laya y resucitó a san Renato que había muerto siete años antes. Todo esto es una piadosa leyenda. Porque de él sabemos muy poco. Patrón de Angers, Chalonnnes.
San Venerio. M. c. 630.
Martirologio Romano: En la isla de Tino Maggiore (hoy Palmarola), a orillas de la bahía de la Spezia, en la Liguria, de Italia, san Venerio, eremita.
Ermitaño y penitente en un islote en la costa del Tirreno, llamada Tino. Se piensa que posiblemente fuera abad de una pequeña comunidad.
San Bernardo "el Peregrino". s. VII.

Bernardo vivió como recluso en Arpino, donde murió. san Fulco en Santopadre y san Arduino en Ceprano, todos fueron enterrados en el lugar donde fallecieron. Bernardo reposa en la iglesia parroquial de Rocca d’Arce de Arpino.
San Amado de Sión. M. 690.

Renunció a todos sus bienes e ingresó en la abadía benedictina de Agauno, donde será abad; en el año 660 le nombraron obispo de Sión, en el cantón de Valais. A causa de una falsa acusación fue desterrado por el rey Teodorico III a la abadía de Péronne, donde era abad san Ultán, y después a Breuil-sur-la-Lys, en Douai, donde era abad san Maurante y donde vivió hasta su muerte como uno de sus monjes.
En el monasterio de Breuil, por el ejemplo y las palabras, incitó a los monjes al fervor y a la humildad. El obispo custodiado vivía en una celda aparte, cerca de la iglesia, y se ocupaba en la meditación y la contemplación. Sus reliquias se encuentran en este lugar.
En los martirologios (incluido el antiguo Martirologio Romano) hubo confusión entre Senonensis (la actual Sens, en Francia) y Sedunensis (la actual Sitten, en Suiza), por lo que hacia el siglo X se inscribió equivocadamente en las dos sedes. Sin embargo, su asignación a la sede de Sion en Valais es segura.
Claudio Dumonet. Beato. (1747-1794).

Nació en Prissé (Saône-en-Loire). Ordenado sacerdote, fue profesor en el colegio de Macón y publicó en 1779 una biografía del abate Agut, fundador del hospital de incurables de dicha ciudad, muerto en olor de santidad. Era también predicador en el colegio y en el citado hospital. En marzo de 1790 empezó a percibir su pensión como profesor emérito.
Llegada la hora del juramento constitucional, lo prestó, pero al poco se retractó. Arrestado, fue condenado a la deportación el 3 de noviembre de 1793. De la detención en las ursulinas salió para Rochefort el 24 de abril del año 1794. Embarcado en el “Washington”, dejó escrita una relación que luego sería retocada y concluida por otro. Corroído de piojos, que soportó con enorme paciencia, murió el 13 de septiembre de 1794. Fue beatificado el 1 de octubre de 1995 por el papa Juan Pablo II.
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