Beato BERNARDINO DE FELTRE. (1439-1494).

Martirologio Romano: En Pavía, de la región de la Lombardía, en Italia, beato Bernardino de Feltre (Martín) Tomitano, presbítero de la Orden de Hermanos Menores, que obtuvo buenos frutos en su función de predicador, fundó contra la usura y para el ahorro el llamado Monte de Piedad y, como hombre de paz, fue delegado del papa Sixto IV para arreglar discordias civiles.

Nació en Feltre, Friuli. Se llamaba Martín Tomitano. Desde muy joven tuvo un gran interés por el estudio y las humanidades. Estudió jurisprudencia en la universidad de Padua; pero las predicaciones de Santiago de la Marca, discípulo de san Bernardino de Siena, le hicieron dejarlo todo e ingresar en el convento franciscano (1456), utilizando el nombre de Bernardino, en recuerdo del predicador franciscano. Fue enviado a Venecia a estudiar Teología y ordenado sacerdote en 1463. Durante algunos años enseñó Gramática. Desde 1469 hasta su muerte recorrió amplias regiones de Italia predicando, muchas veces a pie, descalzo, en medio de grandes dificultades y oposiciones, aparte de ser un hombre de constitución débil y estar enfermo de tuberculosis. 

Él mismo quiso predicar, y así lo hizo, sobre todo haciendo apostolado contra la usura, mal muy extendido en su tiempo, y cuyos dardos contra los usureros, levantaron los odios y las iras de estos,  que más de una vez quisieron matarlo. Para combatir la usura, creó los Montes de Piedad, donde los pobres podían conseguir préstamos prendarios a bajo interés, como alternativa concreta de los prestamistas judíos a los que combatió con denuedo y excesivamente. Defendió la devoción a María y la Inmaculada Concepción. Fue bastante imprundente en su predicación, como en 1478, durante una predicación en Padua, ciudad que se hallaba combatiendo una epidemia de peste, y aunque le advirtieron del contagio por las multidudes que reunía, por ello fue expulsado de Florencia en 1488 y en Milán en 1491. Fue muy importante su acción catequética, ilustrando los temas de fe, de las verdades del credo y la moral. Su doctrina es eminentemente cristocéntrica. Murió en Pavía agotado por las fatigas con 55 años.