Martirologio Romano: En Arezzo, de la Toscana, san Donato, segundo obispo de esta sede. La virtud y eficacia de sus oraciones son alabadas por el papa san Gregorio I Magno.
Natural de Nicomedia, siendo aún niño pasó con sus padres a Roma. Fue allí educado por un presbítero llamado san Pigmenio, iglesia en la cual Donato fue lector al mismo tiempo que el futuro Juliano el Apóstata era subdiácono.
Donato fue el segundo obispo de Arezzo. Fue quién llevó a la ciudad al cristianismo. Se le ha confundido con san Donato de Besançon y san Donaciano de Nantes.
Se dice que durante la persecución de Diocleciano, huyó a Arezzo de donde fue obispo. Refugióse éste en Arezzo donde, acogido por el monje san Hilariano (apropiación de san Hilariano de Ostia) predicó, ejercíó la caridad, obró milagros y fue ordenado presbítero por Sátiro, primer obispo de aquella ciudad. A poco de sufrir éste el martirio, el papa san Julio I consagró a Donato para la sede aretina. Hizo la entrada en la ciudad montado en un borrico. Mientras oficiaba la misa el cáliz cayó de las manos del diácono y se rompió, pero él lo reparó milagrosamente y provocó la conversión de 79 gentiles. Fue detenido y decapitado durante la persecución de Juliano el Apostata, por el prefecto Cuadraciano. Su vida y su virtud fue muy celebrada por san Gregorio Magno. Sobre su vida sólo parece válido el siguiente latérculo del Martirologio Jeronimiano: “En la ciudad de Aritio de Toscana, Donato, obispo y confesor”.
Desde 1969 su culto se ha limitado a los calendarios locales. Patrón de Arezzo y de Fiesole en Italia y de Meissen en Sajonia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario