30 de agosto de 2015

OTROS SANTOS DEL DÍA:



Santa Gaudencia. s. I - III. 
Se dice que Gaudencia era una joven romana que sufrió martirio con otras tres cristianas; pero los martirologios más antiguos no las señalan entre los mártires. 

Santos Félix y Adaucto. M. c. 304.
Martirologio Romano: En Roma, en el cementerio de Comodila en la vía Ostiense, santos mártires Félix y Adaucto, que, por dar testimonio de Cristo con la misma fe, corrieron vencedores juntos hacia el cielo
Mártires en Roma durante la persecución de Diocleciano. Se dice que eran hermanos. Se dice que el presbítero romano Félix, habría talado un árbol sagrado que al caer derribó un altar pagano. Por ello el prefecto le hizo decapitar en la via Ostiense, junto con su hermano de quién los cristianos ignoraban el nombre, le llamaron "Adjunto" o Adaucto, “agregado”. Pero todo esto son leyendas, y sólo conocemos sus nombres y el lugar donde fueron sepultados, en el cementerio de Comodila de la vía Ostiense de Roma. Su tumba fue descubierta en 1720; su culto ha sido limitado a los calendarios locales desde 1969. 

Ruinas de Sufetula
Santos Mártires de la Colonia Sufetana. M. 399. 
Martirologio Romano: Conmemoración de sesenta santos mártires, que en Colonia Sufetana, en Africa Bizacena, murieron a manos de los enfurecidos gentiles por haber destruido una estatua de Mercurio.
Según lo que nos cuenta en su página oficial de la Prelatura de Túnez, este grupo de mártires, entre 30, 50 o  más, fueron ejecutados en virtud del decreto de Diocleciano, en particular en las poblaciones de Radés, Medjez-el-Bab, El-Alia (junto a Útica), Thélepte y Sousse.

San Agilo de Rébais. (580-650).  
Martirologio Romano: En el monasterio de Rébais, en el territorio de Meaux, en Neustria, san Agilo, primer abad
Era de noble familia; se hizo monje en Luxeuil durante el abadiato de san Columbano, de donde fue abad. Junto al abad san Eustaquio, marchó en misión evangelizadora a Baviera (612); a su regreso fue elegido primer abad de Rebais, cerca de París. 

San Teodosio de Oria. s. IX. 
Según la tradición local, fue educado en Oria (Bríndisi, Italia) por los monjes orientales, anacoretas, y pasó su juventud en la corte de Constantinopla. Elegido obispo de Oria, se distinguió por su actividad pastoral: hacia el 881, celebró un Sínodo. Tuvo el mérito de preservar la paz entre los bizantinos y los lombardos y convivieron en su diócesis la iglesia latina y la griega. 
Se piensa que realizó una misión diplomática en Constantinopla por petición del papa Esteban V, por la cual, en el 886, recibió como don para su Iglesia las reliquias de los santos mártires Crisanto y Daría, que depuso en la iglesia hipogea a ellos dedicada en la acrópolis de la ciudad y que todavía existe. También recibió, provenientes de Palestina, las reliquias de san Barsanufio, santo eremita del siglo V, y las depuso en una iglesia-gruta, junto a la puerta de la ciudad, donde un arquitrabe monolítico tiene inciso el epígrafe: “Theodosius episcopus corpus sci Barsanophii condidit et dicabit”. San Barsanufio es el patrono de la ciudad y sus reliquias se encuentran en la catedral.

San Bononio. M. 1026. 
Martirologio Romano: En Lucedio, en el Piamonte, san Bononio, abad, que llevó una vida eremítica, primero en Egipto y después en el monte Sinaí.
Era natural de Bolonia. Fue monje benedictino en Bolonia en el monasterio de San Esteban. Marchó a Oriente, concretamente a El Cairo, y allí gozó de gran simpatía por parte de las autoridades musulmanas, y de este modo pudo fundar en tierras islámicas un monasterio benedictino y vivir como ermitaño en el Sinaí. 
Cuando en el 982, llegó un grupo de prisioneros cristianos a este país, Bononio utilizó todas sus influencias para liberarlos, hasta conseguirlo. Entre estos estaba el obispo de Vercelli, san Pedro I, el cual una vez de retorno en su sede, lo mandó llamar para que fuera abad del monasterio de Lucedio. Después de una odisea, pudo llegar a tierras italianas, donde dicen que conoció a san Romualdo y fundo en tierras toscanas un monasterio camandulense; mas tarde marchó a Lucedio donde vivió sus últimos días santamente hasta el año de su muerte. 
La iconografía, limitada a los lugares en los cuales está presente su culto, representa a Bononio genéricamente como un abad, sin particulares atributos que faciliten la identificación.

Ricardo. Beato. M. 1155. 
Era natural de la Lotaringia y, en Laón, fue discípulo del maestro Radolfo; conmovido por una predicación de san Norberto sobre la vanidad de las cosas terrenas, siguió al fundador de la Orden de los Premostratenses hasta el monasterio de Prémontré, no lejos de Laón. Allí se distinguió por su vida austera, y por ello el beato Hugo de Fosses, sucesor de Norberto en la dirección de la Orden, lo envió a Pont-à-Mousson, a la abadía de Ste-Marie-aux-Boix de la que fue su primer prior. Según la tradición estaba dotado del don de profecía y de la facultad de espantar a los demonios.

Joaquín de Albocácer (José Ferrer Adell). Beato. (1879-1936). 
Martirologio Romano: En el camino entre Puebla Tornesa y Villafamés, cerca de Castellón, en España, beato Joaquín (José) Ferrer Adell, presbítero de la orden de los Hermanos Menores Capuchinos y mártir, que a través del martirio consiguió el premio prometido a los que perseveran.
Nació en Albocácer (Castellón). Profesó en la Orden Capuchina el 3 de enero de 1897 y recibió la ordenación sacerdotal el 19 de diciembre de 1903. Fue misionero en Colombia y superior de algunos conventos; cuando regresó a España, lo nombraron rector del Seminario seráfico de Massamagrell. Fomentó el culto a la Eucaristía y la devoción mariana de las Tres Avemarías. Desencadenada la persecución religiosa, después de poner a salvo a los seminaristas, se refugió en Rafelbuñol (Valencia) en una casa particular. Fue arrestado el 30 de agosto de 1936, conducido a su pueblo natal y asesinado aquel mismo día en la carretera de Tornesa a Villafamás. Palabras suyas son éstas: “Si no nos vemos ya en la tierra, adiós hasta la gloria”. “¡Ya estoy subiendo los peldaños del santo altar para ofreceros con mis propias manos el sacrificio adorabilísimo, cuya víctima es tan pura y santa!”. 

Vicente Cabanes Badenas. Beato. (1908-1936). 
Martirologio Romano: En Bilbao, otra vez en España, beato Vicente Cabanes Badenas, presbítero de los Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores y mártir, que, durante la misma persecución contra la fe, mereció entrar en el banquete de la gloria.
Nació en Torrente (Valencia). Se hizo Terciario Capuchino en 1923. Ordenado sacerdote en 1932. Estudia en la Universidad de Valencia y en el Instituto de Estudios Penales. Ejerce su ministerio en las Escuelas de Reforma de Madrid y Amurrio (Álava), alternando estudio, prácticas del gabinete de Psicología y dirección espiritual de la Fraternidad. Se distinguió por su carácter apacible, dulce y amable. Fiel al deber, entregado al apostolado de la reforma de la juventud extraviada, con competencia y celo apostólico.
Detenido el 27 de agosto de 1936 por los milicianos, lo trasladan a Orduña, Vizcaya, intentan hacerlo apostatar, y ante la negativa se vuelven hacia Amurrio, lo hacen bajar del vehículo y lo abalean dejándolo por muerto en el prado de San Bartolomé de Orduña. Malherido, logra llegar a casa de un amigo, y es trasladado al hospital de Orduña, y de ahí al de Basurto, donde  fallece, confesado y habiendo perdonado a sus asesinos.

Santa Rosa de Lima. (1586-1617). Terciaria dominica. (Ver) 23 de Agosto. 

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