Melquisedec. M. c. 2000 a. C. (Antiguo Testamento).
Martirologio Romano: Conmemoración de san Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios altísimo, que saludó y bendijo a Abrahán cuando volvía victorioso, ofreciendo al Señor un sacrificio santo, una hostia inmaculada. Como figura típica de Cristo, ha sido interpretado rey de la paz y de la justicia y sacerdote eterno, aun falto de genealogía.
Rey y sacerdote de Dios. Honrado por Abraham. Su sacerdocio es símbolo del sacerdocio cristiano. Su historia se encuentra en el libro del Génesis 14,14-20. «Al oír Abram que su hermano había sido hecho cautivo, movilizó la tropa de gente nacida en su casa, en número de trescientos dieciocho, y persiguió a aquéllos hasta Dan. Y cayendo él y sus siervos sobre ellos por la noche, los derrotó, y los persiguió hasta Jobá, que está al norte de Damasco; recuperó toda la hacienda, y también a su hermano Lot con su hacienda así como a las mujeres y a la gente.
A su regreso después de batir a Kedorlaomer y a los reyes que con él estaban, le salió al encuentro el rey de Sodoma en el valle de Savé (o sea, el valle del Rey). Entonces Melquisedec, rey de Salem, presentó pan y vino, pues era sacerdote del Dios Altísimo, y le bendijo diciendo: "¡Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de cielos y tierra, y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó a tus enemigos en tus manos!" Y dióle Abram el diezmo de todo.»
Será mencionado, otras veces (en el salmo 110 y sobre todo en Carta a los Hebreos)
Mártir junto con Justo y Fortunato. Se les cree contemporáneos de los apóstoles y según la leyenda, san Pablo envió de Corintió a Roma, a Justo, discípulo suyo. Este, habiéndose detenido casualmente en Salento, a causa de una marejada, fue hospedado por Oroncio, al que convirtió junto a su sobrino Fortunato. Regresaron los tres a Corintio, donde san Pablo habría ordenado a Oroncio como el primer obispo de Lecce y junto con sus compañeros murió mártir en Lecce en tiempos de Nerón. Su culto está extendido en toda la Lucania. Patrón de Lecce.
Se piensa que es el mismo san Aroncio que se venera en Potenza. En algunos Martirologios, está unido al de los Doce Hermanos, como Aroncio
Santos Simplicio, Constancio y Victoriano. M. 270/5.
Según el Martirologio Romano anterior a 1970, Simplicio y sus dos hijos fueron martirizados en Las Marcas durante la persecución de Aureliano, pero parece que en realidad eran tres mártires sin relación entre ellos, agrupados arbitrariamente por un hagiógrafo.
Hagamos un resumen de la leyenda: durante el imperio romano de Antonino Pío, en Borgoña, se convirtió al cristianismo una familia entera, que fue bautizada por san Genaro, y por ello la madre Gaudencia se retiró a un monasterio, mientras el padre Simplicio y sus hijos Constancio y Victoriano, tomaron la misión de propagar la nueva religión.
Mientras tanto fue enviado a la Galia el prefecto Poncio, con órdenes severas contra los cristianos. Los tres burgundios fueron arrestados y conducidos delante del tribunal, donde hablaron de la teología de la Trinidad y de la Redención. Fueron torturados y durante el tormento se sucedieron varios prodigios propios de estas leyendas.
Fueron enviados a Roma para que se les ejecutase y durante el camino también se produjeron toda suerte de milagros y prodigios. Fueron llevados a Marsica donde se encontraba el emperador Antonino Pío donde de nuevo hicieron muchos milagros. Al final fueron decapitados después que se les intentara dar muerte de otras formas.
San Maximiliano. M. 295.
Martirologio Romano: En Roma, en el cementerio de Basila, en la vía Salaria Antigua, san Maximiliano, mártir.
Es un legendario soldado que formó parte de la Legión Tebana y fue martirizado en Vittimulo (hoy fracción de San Secondo di Salussola, en la provincia italiana de Biella).
Según su passio fue lugarteniente de la Legión Tebana y era nativo de la provincia de Tebas en el alto Egipto. Segundo fue martirizado antes que la Legión llegase a los Alpes. Se relata que después que se profesó cristiano, se le dio un ultimatun para que abjurase de su fe con la llegada a Vittimulo, estación de parada en la marcha hacia las Galias. Ante su negativa fue decapitado. Segundo fue el ejemplo de todos sus compañeros. Patrón de Ventimiglia.
San Guniforme. s. IV.
Oriundo de Escocia o Irlanda, para huir de las persecuciones, pasó a Alemania junto con su hermano Guniboldo y dos hermanas; sus hermanas fueron asesinadas. Al llegar a Como, fue asesinado su hermano y él solo marchó a Milán, y aquí fue herido por las flechas: creyendo que había muerto fue abandonado, y herido llegó a Pavía, donde fue acogido por una mujer cristiana y después de tres días de agonía murió en su casa. Su leyenda es parecida a la de san Ricardo rey.
Los estudiosos han buscado la forma de datar el martirio de Guniforme, pero hay divergencias entre ellos, provocada por la confusión que realiza la Passio entre paganos y herejes. Ferrari lo sitúa bajo el imperio de Constanzo, Dempster dice que murió mártir por los paganos pero durante el imperio de Teodosio; Tatti afirma que fue durante la persecución de Maximiano, esta última afirmación es aceptada por el bolandista Cuypers. Su festividad se celebra en la diócesis de Pavía el 26 de Agosto.
San Eleuterio de Auxerre. M. 561.
Martirologio Romano: En Auxerre, en la Galia Lugdunense, san Eleuterio, obispo.
Obispo de Auxerre (532-561). No conocemos otros particulares de su vida.
Juan de Caramola. Beato. (c.1280-1339).
Nació en Toulouse y llegó a Italia, probablemente con ocasión del primer Año Santo, celebrado en 1300, estableciéndose en el territorio de Chiaromonte (Potenza). Se le describe como un hombre de profunda religiosidad, capaz de cualquier forma de austeridad y de una caridad sin límite.
Después de haber vivido la experiencia eremítica en varios lugares del territorio de Chiaromonte (eremo de San Saba, Romitorio del Beato Giovanni de Caramola), ingresó definitivamente como monje converso en la abadía cisterciense de Sagittario en Chiaramonte, donde llevó una vida de gran austeridad, observando un silencio absoluto hasta tal punto que se decía de él que era mudo. Tuvo dones taumatúrgicos y murió con fama de santidad. Su cuerpo se conserva incorrupto en la abadía donde es objeto de veneración en una capilla a él dedicada.
Martirologio Romano: En Yatsushiro, hoy Kumamoto, diócesis de Fukuoka, beato Joaquín Watanabe Jirozaemon, mártir, que murió en prisión a causa de los tormentos.
Joaquín pertenece a un grupo de once mártires de Kummamoto (en aquel momento Yatsushiro): seis eran de familias de samurais, muertos en 1603, y los cinco restantes eran sencilla gente del pueblo: tres catequistas, el propio Joaquín, Miguel y Juan, y los respectivos hijos de estos dos, Tomás y Pedro. Los cuatro últimos mueren decapitados el 11 de enero de 1609, pero Joaquín muere tres años antes, el 26 de agosto de 1606, en la cárcel, a causa de los tormentos, y por tanto su muerte es también martirial; tenía 55 años. Fue beatificado, junto con todo el grupo de esta persecución, el 24 de noviembre de 2008 por SS Benedicto XVI.
Ambrosio de Benaguacil (Luis Valls Matamales). Beato. (1870-1936).
Martirologio Romano: En Valencia, en España, beato Ambrosio (Luis) Valls Matamales, sacerdote de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos y mártir, que por derramar su sangre durante la persecución mereció de ser partícipe del banquete eterno.
En el siglo, Luis Valls Matamales, nació en Benaguacil (Valencia). Profesó en la Orden Capuchina el 28 de mayo de 1891 y fue ordenado sacerdote el 22 de diciembre de 1900. La predicación, el ministerio de las confesiones y la dirección espiritual fueron sus actividades pastorales preferidas. Fue hombre de oración y de obras de caridad. Además, cultivó la liturgia y la divulgación de escritos de tema franciscano y mariano. Cuando la persecución religiosa lo obligó a dejar el convento de Massamagrell (Valencia), se dirigió a Vinalesa, y allí fue detenido en la madrugada del 24 de agosto de 1936 y conducido ante el Comité del pueblo para ser interrogado; una hora más tarde lo llevaron en coche al lugar de su martirio. Palabras suyas son: “El martirio es una gracia de nuestro Señor”. “El martirio de sangre es lo más hermoso, es un segundo bautismo”. Beatificado el 11 de marzo de 2001 por san Juan Pablo II con en el grupo de 233 mártires de la persecución religiosa en Valencia.
Pedro de Benissa (Alejandro Mas Ginester). Beato. (1876-1936).
Martirologio Romano: En Denia, en la región de Alicante, en España, beato Pedro (Alejandro) Mas Ginester, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos y mártir, que, en la misma persecución, fue gloriosamente coronado al entregar la vida por Cristo.
Nació en Benissa (Alicante), y fue fusilado en la Alberca, del término municipal de Denia (Alicante). Hizo la profesión en la Orden Capuchina el 4 de agosto de 1894 y recibió la ordenación sacerdotal el 22 de diciembre de 1900. Estaba empeñado en la pastoral juvenil y en la catequesis de los niños; era predicador y confesor. Cuando se vio forzado a abandonar el convento de la Magdalena de Massamagrell (Valencia), se refugió primero en casa de unos amigos y después en casa de una hermana suya en Vergel (Alicante). Lo detuvieron el 26 de agosto de 1936, y ya de noche lo hicieron subir a un coche que lo llevó al lugar del martirio. Murió agradeciendo a quienes le quitaban la vida el favor que le hacían: “Os perdono a todos; no sabéis el bien que me vais a hacer”. Beatificado el 11 de marzo de 2001 por san Juan Pablo II con en el grupo de 233 mártires de la persecución religiosa en Valencia.
Lorenza Harasymiv. Beata. (1911-1952).
Martirologio Romano: En el lugar de Kharsk, cerca de Tomsk, en la región rusa de Siberia, beata Lorenza (Leocadia) Harasymiv, virgen de la Congregación de las Hermanas de San José, que, subyugada su patria por los perseguidores de la fe, fue conducida a un campo de concentración, donde a la pureza de vida añadió la constancia de la fe en una muerte gloriosa.
Nació en Rudnyky (región de Lviv). En 1931 ingresó en la Congregación de las Religiosas de San José. En 1950 fue arrestada, junto con la beata Olimpia Bidá por sustituir la labor apostólica de los sacerdotes que habían desaparecido en los campos de concentración; fueron deportadas al campo de concentración de Kharsk. Antes de la deportación se había contagiado de tuberculosis, enfermedad que le causaría la muerte. Olimpia le asistió en su muerte. Tenía 42 años cuando falleció en el campo de concentración. Beatificada por san Juan Pablo II el 27 de junio de 2001.
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