Sara. M. c. 2000 a. C. (Antiguo Testamento). Iglesia copta.
Esposa de Abraham y madre de Isaac. Aparce en el libro del Génesis con el nombre de Sarai, que Dios le cambiará por el de Sara (princesa) (Gén 17, 15). La Biblia pone en evidencia su esterilidad para hacer resaltar la fe y la obediencia de Abrahán. Dios la bendecirá al hacerla madre de muchos pueblos en su hijo Isaac y la dotará de una gran belleza.
Para el Nuevo Testamento, Sara sirve de ejemplo a todos aquellos que son llamados a la fe (Heb 11, 11); fue instrumento de las promesas de Dios (Rom 9,9); fue modelo de piedad y de obediencia conyugal para las esposas cristianas (1Pe 3, 6); Sara e Isaac prefiguran la libertad de los cristianos hijos de la promesa (Gál 4, 21-51). Sara murió en Hebrón y fue sepultada en dicho lugar. Los martirologios romanos no le han concedido ninguna fiesta, en cambio aparece en el Sinaxario de la Iglesia etíope y en el de la Iglesia ortodoxa.
Son muy inciertas las noticias que tenemos de este san Magno, venerado en un conocido santuario de las montañas de Cúneo, en el territorio de Castelmagno.
La tradición local lo identifica como uno de los soldados pertenecientes a la famosa Legión Tebana, capitaneada por san Mauricio, que huyó a la masacre en Agauno en Suiza y se refugió en los montes piamonteses. Parece que predicó el Evangelio en aquellos pueblos alpinos, donde alcanzado por sus perseguidores fue martirizado; su cuerpo fue sepultado donde hoy está la iglesia a él dedicada.
Martirologio Romano: En el lugar denominado «Fabrateria Vetus», cerca de Ceccano, en el Lacio, san Magno, mártir.
En el antiguo Martirologio se le presenta como un obispo martirizado durante la persecución de Decio: en realidad parece ser que es un doble de san Andrés, tribuno, llamado el "Megalomártir" y llamado en los martirologios "Andreas Tribunus Magnus Martiri". Evidentemente un compilador puso una coma después de la palabra Tribunus y así hizo dos mártires de uno solo. Es un doble de san Magno de Oderzo. Patrón de Agnani.
Martirologio Romano: En Gaza, en Palestina, san Timoteo, mártir, que en la persecución realizada por el emperador Diocleciano y el prefecto Urbano, después de sufrir victoriosamente muchos tormentos, fue quemado a fuego lento.
Mártir junto con Tecla y Agapio. Era obispo de Gaza en Palestina, fue quemado vivo en su sede episcopal, durante la persecución de Diocleciano y siendo prefecto Urbano. Tecla fue arrojada a la fieras y Agapito arrojado al mar.
Martirologio Romano: En la región de Tarragona, en Hispania, san Magín (Magí), mártir.
Se dice que era descendiente de la sangre real de Borgoña. Asceta tarraconense en el monte de Brufagaña, inmediatamente se extendió su fama de santidad, fama que llegó a oídos del gobernador de Tarragona, quien, teniendo una hija enferma, le mandó curarla, y así lo hizo. Durante la persecución fue detenido y martirizado con una hoz dentada que lo decapitó durante la persecución de Diocleciano. Su vida está envuelta en la leyenda. Patrón de Tarragona.
Martirologio Romano: En la localidad de Sisteron, en Francia, san Donato, presbítero, del que se dice que llevó vida de anacoreta durante largos años.
Según una Vita de poco valor histórico dice que era natural de Orleans. Después de realizar los estudios sacros, aceptó el diaconado y después fue ordenado sacerdote. Después de una peregrinación a la tumba de san Martín de Tours, se estableció, deseando una vida más perfecta, en las cercanías de Sisteron, en la falda del Jura, alternando la penitencia con el apostolado.
Su vida está rodeada de muchas leyendas. Celso, un pagano, que le había perseguido, se convirtió porque su hija fue milagrosamente sanada. Donato murió asistido por su amigo san Mario de Orleans, abad de Val Benoit o de Bodon.
Martirologio Romano: En el monasterio de Bobbio, en la Liguria, san Bertulfo, abad, sucesor de san Atalas en el gobierno del mismo cenobio.
De origen franca. Convertido al cristianismo por su pariente a san Arnulfo, obispo de Metz. Se hizo monje en la abadía de Luxeuil, cuando era abad san Eustaquio; después se trasladó a Bobbio donde fue elegido abad a la muerte de san Atalas (627). Se le recuerda especialmente porque obtuvo del papa Honorio I, la exención de su abadía de la jurisdicción episcopal, es el primer caso de la historia de la Iglesia que se recuerde.
San Magno de Aviñón. M. 660.
Nació en Aviñón. Fue nombrado gobernador de la ciudad; después de la muerte de su esposa, ingresó en el convento de Lerins, donde estaba su hijo san Agrícola de Aviñón, y fue nombrado obispo de Aviñón en el 656. Parece que no ha existido porque aparece en un documento del 1458, aunque en el concilio de Chalôns-sur-Saone, (630) aparece un obispo de nombre Magno, abad de Lerins.
Martirologio Romano: En Nüremberg, en la Franconia, de Alemania, san Sebaldo, eremita.
La leyenda dice que era natural de Dacia, actual Rumanía, y que había vivido en su juventud en París. Se casó con una princesa, pero en la noche de bodas abandonó a su mujer y emprendió una peregrinación a Roma, y el papa le encargó la evangelización de Alemania. Primero fue ermitaño en Vicenza, después colaborador de san Wilebaldo en Reinchswal; fue probablemente un misionero anglosajón. Murió en Nüremberg. Patrón de Nüremberg.
León II de Cava. Beato. (1239-1295).
XIVº abad benedictino de La Cava (Nápoles) (1268-1295), sucediendo al abad reformador Amico. Participó en el Concilio de Lyon en el 1274, en aquella ocasión visitó la abadía de Cluny.
El papa Gregorio X que lo encontró en Lyon le concedió una Bula de confirmación, para todos los privilegios que ya se habían dado a la abadía por sus predecesores. Entre sus decisiones más importantes fue la construcción de una nueva iglesia e un bellísimo claustro; hizo copiar en el “scriptorium” de la abadía, muchos manuscritos de textos importantes, elegidos con competencia. Murió con apenas 56 años con fama de santidad; fue sepultado en la iglesia abacial, delante del altar mayor; posteriormente fueron trasladados en la “grotta Arsicia”, primer lugar del eremitorio del fundador de la abadía san Alfiero, y colocado en una pared lateral.
Su culto, proseguido como beato a través de los siglos, fue confirmado por Pío XI el 16 de mayo de 1928, junto a los otros santos y beatos abades de «Trinidad de Cava».
Martirologio Romano: En Acquapagana, en el Piceno, de Italia, beato Ángel, eremita de la Orden de los Camaldulenses.
A los 24 años entró en la ermita camaldulense de San Salvador de Acquapagana, en calidad de monje convergido. Después de una larga permanencia a Valdicastro, volvió a Acquapagana, dónde vivió en soledad dentro de una gruta en los aprietas monasterio. Su cuerpo es venerado en la iglesia del antiguo monasterio territorial de Montecavallo.
Damián de Hagi. Beato. M. 1605.
Martirologio Romano: En Hagi, Japón, beato Damián, catequista ciego, que muere decapitado, de rodillas y orando, por defender y propagar la fe.
Catequista, que murió mártir en Yamaguchi (Japón) con cerca de 45 años. El catequista ciego Damián muere también decapitado, de rodillas y orando, por defender y propagar la fe. Su cuerpo fue mutilado y arrojado al río por los verdugos, con la intención de hacer desaparecer los restos, de donde los cristianos rescataron la cabeza para enviarla a Nagasaki. Los perseguidores intentaban conseguir la apostasía. Hay que notar en este caso y en algunos otros, la acción persecutoria de algunos bonzos de una secta budista, que instigaron a los gobernantes.
Este catequista ciego, que se había convertido del budismo, dedicó su vida a la catequesis, con su arte musical y narrativo, llegando a convertir, sólo en un año, a ciento veinte personas, además de dedicarse durante años a fortalecer la fe de los ya cristianos. Con sus cantos y narraciones, el ciego "iluminaba" a todos por el camino de la fe. En el momento en que iba a ser decapitado, le conminaron por tres veces a que apostatara de la fe, pero Damián ofreció su cuello mostrando gran paz y alegría. Sus restos, recuperados por los cristianos, fueron trasladados a Nagasaki y luego a Macao.
Martirologio Romano: En la ciudad de Gandía, en Valencia, de España, beato Tomás Sitjar Fortiá, presbítero de la Compañía de Jesús, Superior de la residencia de Gandía, y mártir, que, en la persecución, derramó su sangre por Cristo en Cruz Blanca, carretera de Albaida a Gandía.
Nació en Gerona. Ingresa en la Compañía en 1880, había sido con anterioridad a su martirio rector del Noviciado y superior de la residencia de Gandía. Mártir en Cruz Blanca, carretera de Albaida a Gandía.
San Mariano de Bourges. M. 515. Eremita. (Ver) 19 de Septiembre.
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