11 de agosto de 2015

OTROS SANTOS DEL DÍA:


San Tiburcio de Roma. M. c. 288. 
Martirologio Romano: En Roma, en el cementerio llamado «Ad duas lauros», en la vía Labicana, a tres miliarios de la ciudad, san Tiburcio, mártir, cuyas alabanzas cantó el papa san Dámaso.
Mártir en Roma, que en una época posterior fue relacionado con san Sebastián. Su culto es muy antiguo; sabemos que fue enterrado en el cementerio “Ad duas lauros” en el tercer miliario de la vía Labicana, cuyas alabanzas cantó el papa san Dámaso; pero no sabemos otros particulares de su vida. Se dice que era hijo de san Cromacio. Desde 1969 su culto se ha limitado a los calendarios locales.  

Santa Susana de Roma. M. c. 295.
Martirologio Romano: En Roma, conmemoración de santa Susana, bajo cuyo nombre, celebrado entre los mártires en los anales antiguos, en el siglo VI fue dedicada a Dios la basílica del Título de Gaio, junto a las termas de Diocleciano.
Sobre ella realmente sólo se sabe lo que dice el Martirologio: "En Roma, en las Dos Casas, cerca de las Termas de Diocleciano, nacimiento de santa Susana". Sobre su vida se tejió una leyenda y sus Actas son apócrifas, no tiene ninguna relación con san Tiburcio conmemorado en el mismo día. 
La leyenda dice que estaba emparentada con el emperador Diocleciano, hija de san Gabino y sobrina del papa san Cayo. El emperador casó a su hija santa Valeria con Maximiano, que aquélla murió al poco tiempo, y Dicleciano quiso que Maximiano se volviera a casar, esta vez con santa Susana, hija de su sobrino san Gabino. Mandó a Claudio a hacer la proposición a su padre, pero éste manifestó que tenía que pedir la opinión a su hija, quien se negó por había hecho voto de virginidad. Tan profundo caló el mensaje en Claudio que se convirtió y se hizo bautizar. Dicleciano los hizo desterrar a Ostia, por lo que poco tiempo fueron ejecutados. Desde 1969 su culto se ha limitado a la basílica romana de su nombre. 

San Primo. M. 295. F. Segundo Domingo de Agosto.
Se sabe que tenía cuatro años y ocho meses de edad. Se presume que era hijo de los santos Claudio y Prepedigna, nieto de san Máximo y hermano de santos Alejandro y Acucio, pero no hay pruebas. Fue martirizado durante la persecución de Diocleciano con el fin de inducir a su familia, presentes en el martirio, a renegar de su fe.
Sus restos se veneran en el pueblo de Casabasciana en Lucca (Italia). El papa Gregorio XVI fijó la fecha de su fiesta el IIº Domingo de Agosto. El culto es local.
Sarcófago que recoge los restos
de varios mártires entre ellos
el de santa Digna

Santa Digna de Todi. s. IV. 
Era una muchacha de Todi (Umbría) que, durante la persecución de Diocleciano, vivió como ermitaña en las montañas de su ciudad natal. 

Duomo de Benevento
San Casiano de Benevento. M. c. 340. 
Martirologio Romano: En Benevento, de la Campania, san Casiano, obispo.
IVº Obispo de Benevento. Su episcopado fue largo, pero no se tienen noticias sobre su biografía. Sus reliquias se encuentran en la iglesia de Santa María de Benevento.

Santa Filomena. s. IV. 
En 1802, se descubrió su tumba en Roma con esta inscripción "Pax tecum Filumena". Un sacerdote de Mugnano, cerca de Nápoles, obtuvo las pretendidas reliquias para su iglesia. Poco después, una vivisionaria imaginó la vida detallada de la santa. El emperador Diocleciano habría ordenado que la arrojasen al Tíber con un ancla al cuello, pero los ángeles cortaron la cuerda y la santa llegó a la ribera opuesta sin mojarse. Recapturada por sus perseguidores, fue asaetada, pero las flechas volvieron a los arqueros. Al fín la decapitaron. 
La veneración que surgió hacia ella, se debe sobre todo al Cura de Ars, que la construyó una capilla, y le atribuía las gracias especiales que él recibía, pero después de varios reconocimientos por parte de varios pontífices, en 1961 se negó su existencia, aunque se sigue manteniendo el culto.

Santa Atracta. s. V. 
Martirologio Romano: En Hibernia (hoy Irlanda), santa Atracta, abadesa, que, según la tradición, recibió el velo de las vírgenes de manos de san Patricio.
Parece que fue contemporánea de san Patricio de Irlanda, se dice que recibió el velo de las vírgenes de sus manos; seguramente fue una reclusa, primero en Killaraght y después en Drum. En ambos lugares surgieron conventos fundados por ella, de las que fue abadesa. Es venerada en toda Irlanda.  

San Taurino de Évreux. M. c. 412. 
Martirologio Romano: En la ciudad de Évreux, en la Galia, san Taurino, a quien se celebra como primer obispo de esta ciudad.
Primer obispo de Évreux en Normandía (350 al 411); la tradición que lo une a san Dionisio de París, hoy es rechazada por todos. Se dice que hacia el 380 o 390, después de evangelizar la región de Milán, llegó a Normandía a una ciudad romana que luego sería Évreux. Luchó contra las costumbres paganas de la población. Su apostolado fue confirmado por muchos milagros. Era un obispo misionero que fijó su sede en Évreux. 
Las noticias sobre su biografía nos han llegado por una florida leyenda del siglo IX. La población lo veneró con gran fervor por llevarler la luz de Cristo. Patrón de Évreux. 

Santa Rustícola de Arles. (551-632). 
Martirologio Romano: En Arlés, de la Provenza, en la Galia, santa Rustícola, abadesa, que gobernó santamente a sus monjas durante casi sesenta años.
Rustícula (o Marcia) nació en Vaison, en el actual territorio de Séguret, en el seno de una familia noble y cristiana. A edad muy temprana ingresó en el monasterio de Arles fundado por san Cesareo. Se dedicó a la oración y a la meditación de las Escrituras, así como a las prácticas ascéticas. Se dice que “era toda virtud  de tal manera que se olvidó de su juventud”. Con 18 años, y a pesar de las objeciones, fue elegida abadesa, por la muerte de la abadesa Liliaux. 
Sufrió mucho por defender a su comunidad de las presiones políticas, de tal forma que fue amenazada, arrancada de su comunidad, encarcelada y humillada. Finalmente su inocencia fue reconocida por el rey Clotario II, y así pudo regresar a su monasterio, que disfrutó de una gran prosperidad material y moral gracias a su liderazgo. Murió un 11 de agosto y fue venerada por toda la ciudad de Arles y enterrada en su monasterio.

Juan Jorge Rhem. Beato. (1752-1794).  
Martirologio Romano: Cerca de la costa de Francia, ante el puerto de Rochefort, beato Juan Jorge (Jacobo) Rhem, presbítero de la Orden de Predicadores y mártir. Encerrado durante la persecución en una escuálida prisión, levantaba la esperanza de sus compañeros de cárcel, cruelmente torturados, hasta que él mismo, por amor a Cristo, murió de una enfermedad incurable.
Nació en Katzenthal, en la región del Alto Rin. Con 20 años ingresó en el convento dominico de París y tomó el nombre de Tomás. Al año siguiente realizó la profesión solemne en el convento de Skelestad. Durante la revolución francesa se negó a prestar juramento constitucional y, destruído el convento, se trasladó al departamento de La Meurthe, donde continuó predicando la fe católica. 
En 1793 el comité revolucionario lo llevó a la cárcel de Nancy y luego fue condenado a las galeras en Rochefort, donde animaba a la esperanza a sus compañeros de cautiverio y murió de hambre. Fue beatificado el 1 de octubre de 1995 por el papa Juan Pablo II.

Miguel Domingo Cendra. Beato. (1909-1936). 
Martirologio Romano: En la localidad de Prat de Compte, cerca de Tarragona, en España, beato Miguel Domingo Cendra, religioso de la Sociedad Salesiana y mártir, que, en la persecución, mereció alcanzar a través del martirio la palma de la gloria.
Nació en Caseres, Tarragona. Salesiano en 1928, mereció la admiración por su entrega y acierto en el trienio pedagógico realizado en Mataró. En 1934 inició los estudios de teología en Madrid-Carabanchel Alto, y al acabar el segundo curso pasó al colegio de Barcelona-Sarria para las actividades propias del verano. 
Sorprendido por la revolución de julio de 1936, buscaba una casa donde refugiarse y se dirigía a casa de los señores Rubiola cuando encontró a otro salesiano completamente desorientado y lo llevó consigo. Al cabo de una semana buscó otro refugio y, camino de su pueblo, se paró en Arenys de Lledó para ver a unos tíos suyos. Allí fue reconocido y detenido y llevado a su pueblo natal, a casa de sus padres. Ese mismo día, 11 de agosto de 1936, lo llevaron a Prat de Compte (Tarragona) y allí lo mataron. Fue beatificado en el grupo de los mártires de la persecución religiosa en Valencia el 11 de marzo de 2001 por san Juan Pablo II.

Juan Enrique NewmanBeato. (1801-1890). Cardenal presbítero. (Ver) 9 de octubre.

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