Atractiva señora, patrona, que
provoca.
Martirologio Romano: En el monte Admirable, en
Siria, santa Marta, madre de san Simeón Estilita el Joven.
Nacida en Antioquía. Aunque
había hecho votos de virginidad, por obediencia a sus padres tuvo que contraer
matrimonio con Juan, originario de Edesa; a lo que siguió una revelación de san
Juan Bautista, que le anunció el nacimiento de su hijo, e incluso el nombre que
debía llevar. Cuando murió su marido, después de algunos años, ella se dedicó
con celo a la educación de su hijo, san Simón Estilita el Joven, que llegaría a
ser famoso por su vida y su actividad ascética en el Monte Admirable, en
Antioquía.
En el siglo siguiente un
autor, probablemente un monje del convento de san Simón, escribió una vida de
Marta que supera, en imaginar maravillas, a la vida de su hijo, que aparecerá
más tarde. El escrito es rico, sobre todo, en lugares comunes sobre la virtud,
en continuas apariciones de san Juan Bautista, de ángeles, así como de
numerosos milagros. El autor hace realizar a su santa acciones inverosímiles, y
entre otras escenas, la muestra llevando una cruz en la cabeza en la procesión
de instalación de su hijo en la columna.
Un ángel le anunció con un año de anticipación la fecha de su muerte, y ella informó a Simón, y le pidió ser enterrada en el cementerio de extranjeros en Daphne, en Antioquía. Luego de los funerales, se respetó su voluntad sobre el lugar de entierro. Pero advertido Simón de la muerte de su madre, mandó a buscar su cuerpo y lo enterró en el ábside de la iglesia de la Santísima Trinidad, a la derecha de su columna. Pero Marta se le apareció para reclamarle que le construyera un sepulcro en al parte meridional de la iglesia, donde fue construida una capilla a la cual fue transferido el cuerpo con mucha solemnidad, y donde ocurrieron muchos milagros. Tiene culto local.
Un ángel le anunció con un año de anticipación la fecha de su muerte, y ella informó a Simón, y le pidió ser enterrada en el cementerio de extranjeros en Daphne, en Antioquía. Luego de los funerales, se respetó su voluntad sobre el lugar de entierro. Pero advertido Simón de la muerte de su madre, mandó a buscar su cuerpo y lo enterró en el ábside de la iglesia de la Santísima Trinidad, a la derecha de su columna. Pero Marta se le apareció para reclamarle que le construyera un sepulcro en al parte meridional de la iglesia, donde fue construida una capilla a la cual fue transferido el cuerpo con mucha solemnidad, y donde ocurrieron muchos milagros. Tiene culto local.
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