Martirologio Romano: Fiesta de san Benito, abad, Patrono principal de Europa, que habiendo nacido en Nursia, fue educado en Roma y abrazó luego la vida eremítica en la región de Subiaco, viéndose pronto rodeado de muchos discípulos. Pasado un tiempo, se trasladó a Casino, donde fundó un célebre monasterio y compuso una Regla que se propagó de tal modo por todas partes, que ha merecido ser llamado “Patriarca de los monjes de Occidente”. Murió, según la tradición, el veintiuno de marzo.
No se sabe mucho de él, se dice que nació en Nursia, ducado de Spoleto, provincia de Perugia en Umbría, y que era hermano gemelo de santa Escolástica; estudió en Roma, pero cuyo ambiente debió sentir tan amenazador para su fe que prefirió retirarse a la soledad para hacer vida ascética (c.500) en una especie de comunidad de clérigos estudiantes en Affile; iba acompañado de su nodriza, que le quería muchísimo y se quedaron a vivir junto a la iglesia de San Pedro. Poco tiempo después se retiró en una gruta de Subiaco (llamada ahora Sacro Speco) para vivir como ermitaño en total soledad y sin su nodriza; sólo conocía al monje que le llevaba la comida, que algunos autores dan el nombre de san Romano y que le impuso el hábito monástico. En esta soledad sufrió toda suerte de tentaciones pero salió airoso.
En la soledad de Subiaco, un grupo de monjes del monasterio de Vicovaro, le pidieron que fuera su abad, ya que el anterior había muerto, y para ellos construyó una "laura", compuesta de 12 pequeños monasterios, conservando el mando de todos ellos, al estilo del monacato de san Pacomio; pero pronto su rigor ascético fue demasiado duro, y los monjes, según una leyenda, intentaron deshacerse de él suministrándole un veneno. Por fin en Subiaco, asumió la dirección de esta "escuela al servicio de Dios". Aquí tuvo como discípulos a los beatos Mauro y Plácido, y vivió más de 25 años en este lugar.
Dejó Subiaco, con 50 años y fundó en un antiguo santuario dedicado a Apolo del monte Cassino, el monasterio de Montecasino (c.530), una gran archiabadía donde vivió hasta su muerte y donde promulgó su célebre “Regla”, que está considerada como uno de los más importantes factores de la civilización de la Europa cristiana. Es una regla cuya norma principal es la obediencia a la misma. El abad, como todos los miembros están sometidos a ella. "Ora et Labora". Benito sabía que las limitaciones del monje y de su comunidad forman parte del plan de Dios para la santificación, por eso introdujo el voto de "estabilidad" que liga al monje para siempre a un monasterio y así le impide soñar en hallar el monasterio perfecto. "Si tuviera otro abad, otros compañeros... Si tuviera otro sitio". Esto es perder el tiempo. Lo que tienes es lo mejor, lo único, para tu santificación.”
Benito fue un hombre sencillo, vivió en tiempos del beato Severino Boecio y de la invasión de los ostrogodos en Italia. En efecto, fue el defensor de la civilización romana cuando, afrontando el gran azote de Dios, el rey Totila, que había llegado hasta las puertas de Roma, profetizó: "Reinarás nueve años, y al décimo morirás".
Mantenía diálogos místicos desde su monasterio, con su hermana santa Escolástica que estaba en otro cercano -según relata san Gregorio Magno en su obra “Diálogos: Vida y milagros del venerable Benito, fundador y abad”. Todos los años se reunía con su hermana y mantenían elevados coloquios de amor divino; murieron el mismo año con tres días de diferencia.
Su vida se caracterizó por su serenidad y su mansedumbre. Junto a él todos respiraban la paz, y en este silencio interior, del buscar a Dios dentro de cada uno, se basa la vida monástica occidental. Murió rezando delante del altar. Sus restos fueron transportados en el 672 desde Montecasino hasta la abadía de Fleury, en Francia, que adoptó el nombre de “Saint Benoît sur Loire”, aunque esto siempre ha sido cuestionado por los italianos. FIESTA.
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