Martirologio Romano: En Fiésole, en la Toscana, san Rómulo, diácono, a quien esta ciudad celebra como su primer mártir.
Se dice que Rómulo fue discípulo de san Pedro. Este le mandó predicar la religión cristiana fuera de Roma. Se dice que fue el primer obispo de Fiésole y Brescia y también uno de los primeros mártires y primeros apóstoles de este región. Mártir durante la persecución de Domiciano junto a varios compañeros. Patrón de Fiésole.
San Tranquilino. M. 288.
Mártir romano, ligado con la leyenda de san Sebastián.
Se dice que Tranquilino era padre de santos Marcos y Marcelino, fue convertido por san Sebastián, después bautizado por el sacerdote Policarpo y ordenado sacerdote por el papa san Cayo; durante la persecución de Diocleciano, mientra oraba en la tumba del apóstol Pablo, fue lapidado por los paganos; su cuerpo fue arrojado al Tíber.
Tumba de santa Monenna |
Santa Monenna. M. 518.
Martirologio Romano: En la región de Armagh, en Irlanda, santa Monena, abadesa del monasterio de Killeevy, que ella misma había fundado.
Irlandesa que fue abadesa y fundadora del monasterio de Sliabh Cuillin o Killeevy en Armagh, donde murió; su regla es particularmente austera. Se dice que recibió el palio de las vírgenes de manos de san Patricio que algunos autores consideran su hermano.
Santa Noyala (Natalia de Pontivy). s. VI.
Joven británica que habría viajado en compañía de su nodriza a Bretaña, navegando en un simple bote. Fue decapitada por un pretendiente a quien rechazó en Beignan (Bretaña); según la leyenda caminó hasta Pontivy con su cabeza decapitada en las manos, eligiendo así el lugar de su sepultura. Patrona de Pontivy.
San Justo de Condat. s. VI.
Martirologio Romano: En la región de Condat, en el Jura, de Burgundia, san Justo, monje.
Fue monje aleman en el monasterio de Condat (hoy St. Claude), en la región del Jura en Francia. No tenemos más noticias de él.
Santa Sexburga. (635-699).
Hija de Anna, rey de Anglia oriental. Su madre fue santa Hereswida, y sus hermanas santas Ethelburga, Etheldreda y Withburga, hermanastra de santa Sétrida. Se casó con Ercomberto, rey de Kent. Madre de santas Ercongota y Ermengilda.
Mientras fue reina fundó el convento de Minster en Sheppey y cuando enviudó, en el 664, allí se retiró a este monasterio, donde llegó a ser abadesa. En el 679 se trasladó a la abadía de Ely, buscando una vida más solitaria y aislada del mundo y dejó el puesto de abadesa a su hija santa Ermengilda. En el 679, Sexburga sucedió a su hermana santa Etheldreda como abadesa de Ely y se preocupó de enterrarla en esta abadía de la que había sido fundadora.
A Sexburga le sucedió como abadesa, su hija santa Ermengilda, viuda del rey Wulferio de Mercia, en el 699. De este matrimonio nació santa Wereburga, que tras la muerte su madre también fue abadesa del monasterio. Desgraciadamente no nos han llegado noticias ciertas sobre su actividad como abadesa y según su Vida redactada en latín, ella fue hermana de Etheldreda no tanto consaguinea, cuanto más “por haber imitado sus buenas obras”.
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