Martirologio Romano: En Perugia, de la Umbría, tránsito del papa beato Benedicto XI, dominico, quien, benigno y bondadoso, conciliador y amante de la concordia, promovió durante su breve pontificado la paz en la Iglesia, restauró la disciplina y fomentó la vida cristiana.

Fue elegido Papa en el 1303. Durante su pontificado no sólo quiso guardar para sí mismo la sencillez, sino que también se la impuso a su familia, aunque practicó el nepotismo al darles cargos de relevancia para tener apoyos. Quiso además que se impusiera la paz y la reconciliación. Levantó la excomunión a Felipe IV el Hermoso. Absolvió de las censuras en que habían incurrido los Colonna y les reintegró los bienes que les habían confiscado, así como sus derechos civiles, que les había privado Bonifacio. Pero, por amor a la justicia, no los quiso reintegrar en el colegio cardenalicio, ni otorgó perdón a Sciarra Colonna que con Nogaret fue protagonista del atentado de Anagni. El rey francés no aceptó la actitud del Papa y le exigió que condenara a su predecesor Bonifacio, pero Benedicto se negó y promulgaba la bula "Flagitiosum scelus", en la que se condenaba a los jefes del atentado y a la ciudad de Anagni por no haberla impedido. Gobernó la Iglesia a satisfacción de los buenos y vivía con moderación. En abril de 1304 decidió salir de Roma, porque la lucha partidista le parecía insoportable. Estaba en Perugia cuando parece fue envenenado por amor a la paz; se cree que por los mismos que participaron en el atentado de Anagni. Su culto fue confirmado en 1736.
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