(Leutfrido, Leufroi, Lenfrido, Leufrido, Leofrido. fr.: Leufroy).
Paz famosa.
Martirologio Romano: En el territorio de Evreux, en Neustria, san Leufredo, abad, fundador del monasterio de la Santa Cruz, que presidió durante cuarenta y ocho años.
La Vita de Leutfrido está escrita por un monje anónimo del monasterio de La Croix en el siglo IX, cerca de 195 años después de la muerte del santo, pero este relato, que atañe sobretodo a la Vita de san Audoeno, no merece más que una limitada confianza.
Nació en Evreux, Normandía, en el seno de una noble familia. Recibió su primera instrucción del rector de la iglesia de Saint-Taurin. Completó sus estudios en Chartes, donde enseñaban maestros famosos. Regresó a su casa y fue preceptor de los hijos de las familias vecinas. Soñaba con la vida monástica y una noche, después de ofrecer un banquete a su familia, dejó la casa paterna.
Se dirigió primero a Varenne, en la diócesis de Rouen, donde había un convento de monjas, después encontró a un eremita de nombre Bertrando y durante un tiempo fue recluso. Marchó después a Rouen, atraído por la fama de san Sidonio, de origen irlandés, que le confirió el hábito religioso y lo hizo entrar en el círculo de san Ansberto, obispo de Rouen desde el 684.
Hacia el 690, por consejo de santos Sidonio y Ansberto, Leutfrido decidió regresar a Evreux para fundar un monasterio que, al mismo tiempo, fuese un hogar misionero. Se estableció a 15 Kms al norte de Evreux en una localidad donde, 15 años antes, san Audoeno, obispo de Rouen, había tenido una visión de una cruz resplandeciente y había plantado en la tierra una cruz de madera rodeada de reliquias. Leutfrido levantó en aquel lugar una iglesia en honor de la Santa Cruz y de los santos apóstoles y un monasterio al que dio el nombre de La-Croix-Saint-Ouen (llamado después Saint-Leufroy), y lo gobernó durante 50 años.
El autor de su Vita refiere numerosos milagros que nuestro santo habría obrado antes y después de su muerte, pero hay poquísimas noticias sobre su gobierno; señala solamente que el abad tuvo alguna dificultad con Desiderio, obispo de Evreux, y que construyó un hospicio para recoger a los pobres.
La Vita de Leutfrido está escrita por un monje anónimo del monasterio de La Croix en el siglo IX, cerca de 195 años después de la muerte del santo, pero este relato, que atañe sobretodo a la Vita de san Audoeno, no merece más que una limitada confianza.
Nació en Evreux, Normandía, en el seno de una noble familia. Recibió su primera instrucción del rector de la iglesia de Saint-Taurin. Completó sus estudios en Chartes, donde enseñaban maestros famosos. Regresó a su casa y fue preceptor de los hijos de las familias vecinas. Soñaba con la vida monástica y una noche, después de ofrecer un banquete a su familia, dejó la casa paterna.
Se dirigió primero a Varenne, en la diócesis de Rouen, donde había un convento de monjas, después encontró a un eremita de nombre Bertrando y durante un tiempo fue recluso. Marchó después a Rouen, atraído por la fama de san Sidonio, de origen irlandés, que le confirió el hábito religioso y lo hizo entrar en el círculo de san Ansberto, obispo de Rouen desde el 684.
Hacia el 690, por consejo de santos Sidonio y Ansberto, Leutfrido decidió regresar a Evreux para fundar un monasterio que, al mismo tiempo, fuese un hogar misionero. Se estableció a 15 Kms al norte de Evreux en una localidad donde, 15 años antes, san Audoeno, obispo de Rouen, había tenido una visión de una cruz resplandeciente y había plantado en la tierra una cruz de madera rodeada de reliquias. Leutfrido levantó en aquel lugar una iglesia en honor de la Santa Cruz y de los santos apóstoles y un monasterio al que dio el nombre de La-Croix-Saint-Ouen (llamado después Saint-Leufroy), y lo gobernó durante 50 años.
El autor de su Vita refiere numerosos milagros que nuestro santo habría obrado antes y después de su muerte, pero hay poquísimas noticias sobre su gobierno; señala solamente que el abad tuvo alguna dificultad con Desiderio, obispo de Evreux, y que construyó un hospicio para recoger a los pobres.
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