Martirologio Romano: En Milán, de Lombardía, san Arialdo, diácono y mártir, que combatió esforzadamente las deplorables costumbres del clero simoníaco y depravado, y, por su celo en favor de la casa de Dios, fue asesinado cruelmente por dos clérigos tras atroces sufrimientos.
Nació en Cucciago, Como, en el seno de una familia de terratenientes de la clase media. Recibió el diaconado en Milán después de realizar sus estudios en Varese. Viajó por diversas partes de Europa donde entró en contacto con las ideas de reforma que se habrían camino. Predicó en Varese durante 1056 y 1057, contra la corrupción de las costumbres del clero, obtuvo un gran éxito entre el pueblo y gran hostilidad entre el clero local. Siguió con su predicación en Milán, donde fue canónigo de la catedral, en 1057, allí se encontró con el movimiento reformados de la Pataria, al que se adhirió; predicó contra el matrimonio y el concubinato del clero y la simonía, esto le trajo muchos valedores y muchos enemigos.
Viajó a Roma para recabar la ayuda de Roma, y volvió a Milán donde siguió su cruzada contra las inmoralidades del clero y la simonía; pidió al pueblo rechazar los sacramentos de manos de un sacerdote simoníaco, todo ello provocó las iras del alto clero milanense, que se cebaron con las propiedades de su familia. Volvió a Roma a pedir ayuda, y el papa le envió a san Pedro Damián, para que obligara al clero ambrosiano a abjurar de la simonía. Logró la excomunión del obispo Guido de Milán, y esto causó una revuelta popular en la que lo excomulgaron y fue martirizado por secuaces del obispo simoníaco de Milán, en una isla del Lago Maggiore, que no aceptaron las injerencias de Roma. San Pío X confirmó su culto el 12 de julio de 1904.
Nació en Cucciago, Como, en el seno de una familia de terratenientes de la clase media. Recibió el diaconado en Milán después de realizar sus estudios en Varese. Viajó por diversas partes de Europa donde entró en contacto con las ideas de reforma que se habrían camino. Predicó en Varese durante 1056 y 1057, contra la corrupción de las costumbres del clero, obtuvo un gran éxito entre el pueblo y gran hostilidad entre el clero local. Siguió con su predicación en Milán, donde fue canónigo de la catedral, en 1057, allí se encontró con el movimiento reformados de la Pataria, al que se adhirió; predicó contra el matrimonio y el concubinato del clero y la simonía, esto le trajo muchos valedores y muchos enemigos.
Viajó a Roma para recabar la ayuda de Roma, y volvió a Milán donde siguió su cruzada contra las inmoralidades del clero y la simonía; pidió al pueblo rechazar los sacramentos de manos de un sacerdote simoníaco, todo ello provocó las iras del alto clero milanense, que se cebaron con las propiedades de su familia. Volvió a Roma a pedir ayuda, y el papa le envió a san Pedro Damián, para que obligara al clero ambrosiano a abjurar de la simonía. Logró la excomunión del obispo Guido de Milán, y esto causó una revuelta popular en la que lo excomulgaron y fue martirizado por secuaces del obispo simoníaco de Milán, en una isla del Lago Maggiore, que no aceptaron las injerencias de Roma. San Pío X confirmó su culto el 12 de julio de 1904.
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