Nobleza brillante.
Martirologio Romano: En Saõ Luís, Imaruí, Brasil, beata Albertina Berkenbrock, virgen y mártir.
Nació en Saô Luís, municipio de Imaruí, Brasil, en el seno de una familia de origen alemán. Fue siempre sencilla, modesta, serena, delicada y muy obediente. De su sentido cristiano de la vida nacía su inclinación a la bondad, a la piedad y a la virtud, en la medida que una niña de 12 años podía comprenderlas y vivirlas. Tenía dos puntos de referencias espirituales: María y san Luis Gonzaga.
Compartía su pan con los más pobres, especialmente con los hijos de Indalicio, su asesino, que trabajaba para su familia; esto tenía su mérito especial porque eran de raza negra y en esa región, de colonización germánica e italiana, existía un fuerte sentimiento racista.
Indalicio Cipriano Martins tenía 33 años y vivía con su mujer y sus hijos cerca de la casa de nuestra beata. Cuando Albertina estaba apacentando el ganado, fue a buscar un buey que se había escapado. En el camino encontró a Indalicio, que se ofreció para ayudarle. Con engaño la condujo a un bosque cercano pidiéndole tener una relación sexual. Albertina se opuso con firmeza para guardar su pureza, e Indalicio intentó violarla. Al no lograrlo, le cortó la garganta de un navajazo, causándole la muerte en el acto. Fue beatificada el 20 de octubre de 2007, en Tubarão (Brasil), bajo el pontificado de Benedicto XVI.
Nació en Saô Luís, municipio de Imaruí, Brasil, en el seno de una familia de origen alemán. Fue siempre sencilla, modesta, serena, delicada y muy obediente. De su sentido cristiano de la vida nacía su inclinación a la bondad, a la piedad y a la virtud, en la medida que una niña de 12 años podía comprenderlas y vivirlas. Tenía dos puntos de referencias espirituales: María y san Luis Gonzaga.
Compartía su pan con los más pobres, especialmente con los hijos de Indalicio, su asesino, que trabajaba para su familia; esto tenía su mérito especial porque eran de raza negra y en esa región, de colonización germánica e italiana, existía un fuerte sentimiento racista.
Indalicio Cipriano Martins tenía 33 años y vivía con su mujer y sus hijos cerca de la casa de nuestra beata. Cuando Albertina estaba apacentando el ganado, fue a buscar un buey que se había escapado. En el camino encontró a Indalicio, que se ofreció para ayudarle. Con engaño la condujo a un bosque cercano pidiéndole tener una relación sexual. Albertina se opuso con firmeza para guardar su pureza, e Indalicio intentó violarla. Al no lograrlo, le cortó la garganta de un navajazo, causándole la muerte en el acto. Fue beatificada el 20 de octubre de 2007, en Tubarão (Brasil), bajo el pontificado de Benedicto XVI.
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