(Segimón, Sigismundo, Sigmundo. fr.: Sigismond de Bourgogne).
Que protege con la victoria.
Martirologio Romano: En Saint-Maurice-en Valais, lugar de Recia, sepultura de san Segismundo, rey de los burgundios, el cual, convertido de la herejía arriana a la fe católica, instituyó en este lugar una comunidad de monjes que debía entonar sin interrupción la salmodia ante los sepulcros de los mártires, expiando con penitencia, lágrimas y ayunos los delitos cometidos, y encontró la muerte en la región de Orleans, donde fue arrojado a un pozo por sus enemigos.
Tenía un carácter colérico y caprichoso; dos hechos marcan, a este respecto, su vida: un día un noble, amigo suyo, se unió en matrimonio incestuoso, con lo cual sufrió la excomunión; a Segismundo, aquella pena le pareció excesiva, y en un arranque de cólera, expulso a todos los obispos de su reino, aunque después de pasada la ira se arrepintió y ordenó su regreso. En otra ocasión mandó ejecutar a su hijo Sigerico, acusado de injustamente de traición por su segunda esposa Fredegaria (que estaba políticamente en contra de él). Cuando Segismundo, se dio cuenta que aquello había sido un asesinato, se encerró en la abadía de San Mauricio de Agauno, en Valais para hacer penitencia por el pecado cometido. Los francos al mando del rey Clodomiro, invadieron el país, y fue apresado y ejecutado con su mujer e hijos, arrojándolos en un pozo en Saint-Peravy la Colombe en Coulmiers cerca de de Orleans.
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