Según la tradición era un muchacho, que vivía en Camerino, cuando san Porfirio, le convirtió al cristianismo. Cuando se inició la persecución de Decio, el prefecto Antioco llamó a Porfirio y Venancio, y los dos como defendieran su fe, fueron decapitados. Sus reliquias se conservan en Camerino (Italia), de donde es patrón. Desde 1969 su culto se ha limitado a los calendarios locales.
San Félix de Split. M. c. 300.
(cr.: Felicijo).
Feliz, fértil, dichoso.
(cr.: Felicijo).
Feliz, fértil, dichoso.
Martirologio Romano: En Salona, de la Dalmacia, san Félix, mártir en la persecución bajo el emperador Diocleciano.
Obispo de Salona (hoy Split) (Dalmacia, Croacia); fue martirizado durante la persecución de Diocleciano.
Martirologio Romano: En Ancira, en Galacia, santos mártires Teodoto y su tía Tecusa, y Alejandra, Claudia, Faína, Eufrasia, Matrona y Julita, vírgenes, que, después de haber sido prostituidas por orden del gobernador, fueron arrojadas a un lago con piedras atadas al cuello.
Según la leyenda era un tabernero de Ancira martirizado en esta ciudad, durante la persecución de Diocleciano, por haber dado sepultura a los cuerpos de siete jóvenes: Tecusa, que era su tía, Alejandra, Claudia, Faina, Eufrasia, Matrona y Julita, nombradas junto a él, y también martirizadas en Ancira, arrojadas al agua con piedras atadas al cuello, por negarse a ser violadas. Se dice que se negó a entregar el vino de la Misa, para los dioses, y por ello, después de terribles tormentos, murió decapitado. El bolandista padre Delahaye sostiene que estas Actas no son otra cosa que un relato moral.
Martirologio Romano: En Egipto, san Dióscoro, mártir, quien, hijo de un lector, después de muchos y variados tormentos consumó el martirio con la decapitación.
Lector de la Iglesia de Cinópolis en Egipto, durante el gobierno del emperador Constancio. Arrestado por negarse a sacrificar a los dioses y entregar los libros sagrados, fue llevado a Alejandría de Egipto. Como defendiera firmemente su fe, sufrió crueles torturas hasta que murió aplicándole placas ardientes, y según otras hagiografías, murió decapitado.
Martirologio Romano: En Alejandría, también en Egipto, santos Potamón, Ortasio y Serapión, presbíteros, y sus compañeros, todos mártires.
Potamón era obispo de Heracleópolis Magana en Egipto (hoy Ehnasya el-Medina). En el 310, durante la persecución de Maximiano Daia, fue condenado a las minas, le dejaron cojo y tuerto. Fue liberado después del decreto de tolerancia de Constantino. Participó en el Concilio de Nicea; se puso de parte de san Atanasio y por esto fue ferozmente perseguido por los arrianos, que lo mataron, junto con Ortasio, Serapión y otros compañeros en Alejandría.
Martirologio Romano: En el territorio de Argovia, en Helvecia, beato Burcardo, presbítero, que como párroco del pueblo de Beinwil cuidó con asidua diligencia pastoral el rebaño a él confiado.
Nació en Langenmat en Muri (Suiza). Presbítero y párroco de Beinwil (Argovia, Suiza) que se dedicó con tesón pastoral a sus fieles. desempeñando con gran celo todos los ministerios propios del párroco, sobresaliendo enseguida por la digna y piadosa celebración de la misa y los sacramentos, por la asidua predicación de la palabra divina y la catequesis, por la visita a los enfermos, por la acogida a los pobres y humildes, y por la vida mortificada y piadosa que llevaba, dando ejemplo de todas las virtudes. Fue autorizado su culto en 1814; permanece viva su memoria.
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