10 de febrero de 2015

OTROS SANTOS DEL DÍA:


Santos Caralampo, Porfirio, Daucto y tres compañeras. M. 203. 
san Caralampo
(Caralampio, Calarampo, Caralempes, Caralimpio, Jaralampio). Alegre.
Porfirio: Purpúreo.
Martirologio Romano: En Magnesia en la provincia de Asia, hoy Turquía, santos Caralampo, Porfirio, Daucto y tres mujeres, mártires bajo el emperador Septimio Severo
Mártires en Antioquía de Pisidia o Magnesia (Asia Menor), durante la persecución de Septimio Severo. Caralampo era presbítero; con él murieron dos soldados: Porfirio, Daucto y tres mujeres. 
Según la Passio que se lee en los menologios griegos, durante la persecución de Septimio Severo, el prefecto de Magnesia, Luciano, hizo arrestar a Caralampo y ayudó a los verdugos en el tormento con garfios de hierro. Durante el suplicio sus manos se quedaron inertes, pero Caralampo lo curó. Tocados del prodigio, los lictores Porfirio y Daucto y tres mujeres que asistían a la tortura se profesaron cristianos. El prefecto, que perseveró en su incredulidad, los hizo decapitar a todos juntos. 

San Silvano de Terracina. s. V. 
Del bosque.
Martirologio Romano: En Terracina, hoy en el Lazio, san Silvano, obispo
Obispo de Terracina, Campania, Italia; se le conoce como "el Confesor" porque por la fe sufrió prisión y tortura.
La leyenda cuenta que Silvano huyó del norte de África junto a su padre Eleuterio, a causa de la persecusión de los vándalos, estableciéndose en Terracina, la antigua Anxur de los Volscos. En el 443, muerto el obispo Juan, Silvano fue llamado a sucederle, pero permaneció en vida sólo nueve meses, y después fue elegido su padre, Eleuterio.
El único recuerdo del santo son los restos de una antiquísima iglesia y monasterio, muy famosos en el siglo X, intitulados de San Silvano, que se encontraban en las afueras de Terracina, en la ladera del monte Leano, frente a la vía Apia Nueva. Las tradiciones manuscritas y el uso popular han transformado el nombre de Silvano, en Silviano, Silvino, Salviano, Salviniano; así, por ejemplo, la localidad surgida en las afueras de Terracina donde se alza la iglesia tomó el nombre de San Silviano.

San Troyano de Saintes. M. 533. 
(fr.: Trojan de Saintes).
Martirologio Romano: En la ciudad de Saintes, en Aquitania, san Troyano, obispo.
Se dice que fue hijo de un judío y una musulmana; fue ordenado sacerdote en Saintes por san Bibiano al que sucedió como obispo (511-522). San Gregorio de Tours dijo de él que era un hombre de gran virtud y honorabilidad entre todos los habitantes de su ciudad. Patrón de Saintes. 

San Protadio de Besançon. M. 624. 
(Protagio. fr.: Prothade de Besançon)
Martirologio Romano: En Vesoncio (hoy Besançon), en Burgundia, san Protadio, obispo.
Sucedió a san Nicecio de Besançon, en la sede de Vesoncio (hoy Besançón) en Burgundia; Clotario II solía consultarle sobre todas las cuestiones importantes. Ha dejado su impronta en la historia de su diócesis como un pastor misericordioso hacia los demás y riguroso consigo mismo. Cada uno de sus fieles era como un hijo amado.

San Guillermo de Aquitania. M. 1138. 
Que quiere proteger. Yelmo voluntarioso.
En el 1126 fue conde de Poitou y duque de Aquitania. Fue un gran guerrero siempre en guerra contra el rey de Francia y contra sus propios vasallos. Apoyó al antipapa Anacleto II en detrimento del legítimo pontífice Inocencio II. Pero san Bernardo de Claraval, para llevarlo al recto camino, durante la misa fue a su encuentro con la Sagrada Forma hasta la puerta de la iglesia de Parthenay. donde estaba siendo excomulgado, y le pidió que no se resistiera a Dios. El duque cayó al suelo sin sentido. Cuando se repuso se puso al lado del verdadero Papa. 
 Después de este hecho decidió retirarse y convertirse en ermitaño. Para mortificarse, hizo voto de llevar durante toda la vida una cota de malla sobre la piel. Con este aparato peregrinó a Roma para pedir al Papa que lo absolviera de sus pecados. Luego fue a Jerusalén y a Santiago de Compostela donde murió en 1138. Se le confunde también con san Guillermo de Malavalle, como si fuera una duplicación.  

Beatos Pedro Fremond y 5 compañeras. M. 1794.  
Martirologio Romano: En Avrillé, en las cercanías de Angers, en Francia, beato Pedro Fremond, junto con cinco compañeras, mártires, que durante la Revolución Francesa fueron fusilados por su fidelidad a la Iglesia católica. Sus nombres son: beatas Catalina y María Luisa du Verdier de la Sorinière, hermanas; Luisa Bessay de la Voûte; Maria Ana Hacher du Bois; y Luisa Poirier, esposa.
En plena Revolución francesa, sufrieron martirio seis laicos de la diócesis de Angers: 
Pedro Fremond nació en Chaudefonds, Francia en 1754. Laico, campesino. 
Catalina du Verdier de la Soriniere (1758-1794). Nació en Chemillé, Francia. Noble, laica. 
María Luisa du Verdier de la Soriniere (1765-1794). Nació en Chemillé, Francia. Laica. Noble, hermana de Catalina du Verdier, que murió el mismo día que ella. 
Luisa Bessay de la Voûte (1721-1794). Nació en Saint-Mars-des-Prés, Francia. Laica, noble. 
María Ana Hacher du Bois (1765-1794). Nació en Jallais, Francia. Laica, sierva. 
Luisa Poirier de Barre (1754-1794). Nació en Le Longeron, Francia. Estaba casada con el señor Barre. Laica, artesana. 
Fueron beatificados el 19 de febrero de 1984 por san Juan Pablo II.

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