(Marcelio).
Dedicado a Marte. Martillo. Represor del mal.
Martirologio Romano: En Roma en el cementerio de Priscila en la vía Salaria Nueva, deposición de san Marcelo I, papa, que, como testifica san Dámaso, verdadero pastor, cruelmente ostigado por los apóstatas que rechazaban la penitencia por él establecida y deshonrosamente denunciado ante el tirano, murió agotado expulsado de la patria.
La Iglesia había salido robustecida de las persecuciones del siglo III. Hubo después de Decio y Valeriano un tiempo de tolerancia que no duró mucho. Diocleciano, en su largo reinado, del 284-305, fue respetuoso al principio. Pero al final, desde el 303 al 305, se desató una violenta persecución, la más fuerte de las habidas entonces. El emperador publicó varios edictos de persecución, y en las diversas provincias del Imperio hubo muchos mártires entre ellos el papa san Marcelino.
Marcelo nació en Roma, fue elegido después de la muerte de san Marcelino, pero no pudo tomar posesión hasta cuatro años después, cuando cesó la virulencia persecutoria. En el 308, abrió el culto en las iglesias que sustituyeron a las confiscadas y dictó normas de penitencia pública para los apostatas, con los que fue severo (ya sea con los lapsos, como con los relapsos) para evitar el escándalo de los que habían sido fieles, pero estas medidas provocaron disturbios y revueltas en Roma. Dividió la ciudad en 25 títulos, y fue el fundador del "titulus Marcelii" en la vía Lata. Según una leyenda el usurpador Majencio, con el pretexto de las citadas revueltas, se revolvió contra el Papa y ordenó que fuese encarcelado, apaleado (primeramente por la confesión de fe católica) y condenado después a cuidar bestias en un establo.
San Dámaso dice: "Marcelo, como buen pastor, exigió la penitencia a cuantos habían caído. Pero eso se hizo ingrato a los impíos. Hubo un momento de locura, de odio, de discordia, de lucha, de seducción, de muertes. Se rompió el vínculo de la concordia. Por las inicuas maquinaciones de uno que había renegado de Cristo en tiempo mismo de paz, el Papa fue expulsado del patrio suelo por crueldad". Murió en el destierro, víctima de los malos tratos. Le sucedió san Eusebio. Desde 1969 su culto se ha limitado a los calendarios locales.
Gracias San Marcelo I por conocerte hoy
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