Portero. Propio de Enero. Consagración al dios Jano.
Fue coadjutor de diferentes pueblos: Nochistán, San Marcos, y superior del seminario de Cocula. Después fue coadjutor de la parroquia de Tecolotlan, y dentro de ella, capellán de Tamazulita, Jalisco. En 1923 sus padres se fueron a vivir con él. En esta capellanía se acreditó por su bondad y celo apostólico. Al llegar la persecución de 1926, pasó a la clandestinidad, quedéndose en los ranchos y atendiendo como podía a su feligresía. Fue siempre obediente, sincero y amante de la verdad. Había dicho: “Creo que en esta persecución van a morir muchos, y quizás yo sea el primero”.
Estaba en el rancho La Cañada con la familia Castillo cuando fue descubierto y apresado. Le esperaba una agonía horrible. Le llevaron a un cerrito llamado La Loma, y allí los soldados le quisieron ahorcar. Él les dijo que los perdonaba, que pedía a Dios por ellos y gritó un viva a Cristo Rey. Tiraron de la cuerda, pero lo ahorcaron mal, y le hacían sufrir mucho, así que murió lentamente en una terrible agonía. Lo bajaron, le pegaron un balazo en un hombro y luego un bayonetazo que lo atravesó. Dejaron el cadáver en el suelo e insepulto. Su madre fue quien recogió el cadáver y está enterrado en la parroquia de Cocula. Fue canonizado por san Juan Pablo II el 21 de mayo de 2000.
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