Reina.
María Regina nació en Braniewo, en la región de Warmia (Polonia) en el seno de una familia burguesa católica. En aquellos momentos la región pasó a manos de gobernantes protestantes. A los 19 años tuvo una experiencia expiritual que le hizo dar un viraje existencia.
Con tres compañeras se retiró a una casucha vieja y decadente, para iniciar una vida de comunidad, dedicada a Dios, en la pobreza absoluta y al servicio del projimo. Para ayudar a los necesitados realizó los trabajos más humildes y pesados, visitaba a los enfermos, a los que llevaba el consuelo de la fe, se ocupaba de la educación de los niños, en particular de las muchachas. Fue siempre solícita y sensible a todas las exigencias y necesidades del prójimo; con devoción y fervor se dedicó al cuidado del altar y de la iglesia de su pueblo.
En 1571, con la ayuda de dos jesuitas, fundó la Congregación de las Hermanas de Santa Catalina de Alejandría, comunidad de tipo comtemplativo-activo, dedicadas a la asistencia de los necesitados y a la enseñanza de los más probres. Esta Congregación fue para su tiempo una novedad, porque sólo existían conventos de extricta clausura. La Congregación en un principio se extendió por Polonia y Lituania, y después por otros países.
Después de un desafortunado viaje en invierno, Regina regresó enferma y después de una larga y sufrida enfermedad, murió rodeada de sus religiosas en el convento de Braniewo. Fue beatificada por san Juan Pablo II el 13 de junio de 1999.
No hay comentarios:
Publicar un comentario