29 de abril de 2015

Santa CATALINA DE SIENA. (c.1347 - 1380). Doctora de la Iglesia.

(Catarina, Catera, Catina. it.: Caterina da Siena).
Total destrucción. Pura, inmaculada

Martirologio RomanoFiesta de santa Catalina de Siena, virgen y doctora de la Iglesia, que, habiendo ingresado en las Hermanas de la Penitencia de Santo Domingo, deseosa de conocer a Dios en sí misma y a sí misma en Dios, se esforzó en asemejarse a Cristo crucificado. Trabajó también enérgica e incansablemente por la paz, por el retorno del Romano Pontífice a la Urbe y por la unidad de la Iglesia, y dejó espléndidos documentos llenos de doctrina espiritual.


Fue la penúltima de 25 hermanos, de la familia Benincasa, y había nacido en Siena el mismo año que irrumpió la “peste negra” (1347-1352) en toda Europa. Una tarde volviendo a su casa tuvo una visión de Cristo vestido de pontífice acompañado de santos Pedro y Pablo. En el transcurrir de los años, esta visión la acompañará siempre en su amor apasionado a la Iglesia y en concebirla como una institución apostólica.
A los 15 años, para evitar el matrimonio concertado por su madre (Monna Lapa), se hizo Terciaria dominica en las Hermanas de la Penitencia (Mantellate) de Santo Domingo. Por consejo de su confesor, que en la infancia le leía la "Leyenda Áurea", de la que le había impresionado la vida de santa Eufrosina, decidió cortarse los cabellos y vestir un hábito particular que (por revelación de santo Domingo) constaba de vestido blanco, velo blanco, manto negro y cinturón de cuero. A lo largo de cuaresmas enteras su único alimento fue la Eucaristía; los superiores dominicos pensando que era una penitencia que ella misma se imponía le obligaron a comer y ella con gran sencillez respondió: "comeré pero no puedo evitar que mi cuerpo expulse la comida ya que no admite nada mas que la Eucaristía". Vivió en sí la pasión de Cristo con una frase: "Amar y padecer por Ti". Tenía una gran veneración por santa Inés de Montepulciano, y a su tumba realizó varias peregrinaciones. Dio muestras de gran abnegación durante la peste de 1374. Por espacio de tres años no abandonó su celda, salvo para ir a la iglesia, y no habló con nadie ni una palabra excepto con su confesor. En la soledad de su retiro experimentó la amorosa ternura de Cristo, que se presentaba en sus contínuos éxtasis. 
En el 1377 fundó en su ciudad un convento, en el cual permaneció, sin embargo, poco tiempo, después que contempló que su misión estaba en la restauración de las almas y de la Iglesia. Se impuso la reforma  de la Iglesia a base de corregir a sus ministros por el excesivo lujo, la simonía y la corrupción. Su vida tiene importancia trascendental en la historia de la Iglesia, ya que luchó denodadamente para procurar el regreso de los papas de Aviñón, contribuyó a convencer al papa Gregorio XI para que abandonase Aviñón y regresara a Roma. Llamaba al Papa "el dulce Cristo en la tierra". Sus buenas dotes consiguieron la vuelta del Pontífice a su sede de Roma; luchó contra el Cisma de Occidente reuniendo a toda Italia en torno del papa san Urbano V. "Animo padre, que yo os digo que no hay necesidad de temblar". Uno de sus mayores éxitos fue que el papa Gregorio XI levantara el interdicto a la ciudad de Florencia y que se restableciera la comunión y la paz entre la ciudad toscana y el papado. 
Sus escritos, "Los Diálogos de la Divina Providencia", lo que tuvo que dictar, ya que no sabía escribir (aunque este particular parece que no es cierto, y que si tenía sabía leer y escribir por un don divino); aunque Dios le concedió el don de poder interpretar lo escrito, sin conocer el significado de las letras, todo ello para confundir los distintos tribunales de la Inquisición a la que fue sometida por sus superiores dominicos. En momentos de gran tribulación, pues los tenía muchísimos, por las grandes purificaciones que padecía decía: "¿Donde estabas, Esposo Mío, que así me dejaste sola con mis pruebas? -Dentro de tu corazón estaba yo, esforzándote y complaciéndome con tu fidelidad". Ante la duda que muchas veces supone no saber qué camino elegir, ya que el diablo se mete por donde puede, Catalina aconsejaba: " Si cuando voy a acometer una acción siento que mi corazón conserva su paz sin la más leve sombra de duda, entonces mi acción goza del beneplácito de Dios, en cambio si hay duda, o justificación o una cierta inquietud, entonces no es de Dios".
Tuvo que defenderse en el Capítulo general de los dominicos (1374), celebrado en Florencia, por esa actividad político-religiosa; por eso fue sometida al control y dirección de su confesor, el beato Raimundo de Capua. Este, al redactar su biografía, nos habla de los estigmas invisibles impresos en su cuerpo, que sólo fueron conocidos tras su muerte (los autores dicen que la estigmatización fue un invento de los dominicos para competir con san Francisco de Asís); así como su desposorio místico con Cristo, que es una copia del de santa Catalina de Alejandría. Pese a sus esfuerzos los resultados de su acción fueron aparentemente escasos. Aunque una de las anécdotas de su vida está en la conversión del condenado a muerte Nicolás Tulco, al que consiguió, en el momento de subir al patíbulo, dándole todo el amor que fue capaz (en la sociedad de la época no se comprendió su abrazo y gestos de afectividad), convertirle de su desesperación y hacerle morir en paz. Murió en la soledad de Roma, en un éxtasis de amor, después de ocho semanas de fuertes dolores y tentaciones diabólicas. Su cuerpo reposa en la iglesia dominica de Santa María sopra Minerva, cerca de la tumba de fra Angélico. Pero su cabeza está en Siena. Fue canonizada por Pío II el 29 de junio de 1461. Es copatrona de Europa y patrona de Italia. FIESTA. 

San TORPETES. M. c. 68.

(Torcuato, Torpecio, Torpém, Tropez).

Martirologio Romano: En Pisa, de la Toscana, san Torpetes, mártir.

Oficial de la guardia de Pisa. Parece que murió decapitado durante la persecución de Nerón. Las leyendas que hay sobre su vida no son fiables. Su cuerpo fue echado al mar y llegó hasta Saint-Tropez. Se dice que san Pablo lo nombra en la Epístola a los Filipenses, cuando dice: "os saludan los hermanos que están conmigo, sobre todo aquellos de la casa de Cesar". 
Según la leyenda, Torpetes era un patricio del grado ecuestre durante la época del emperador Nerón. Su nombre completo era "Caius Silvius Torpetius" y era nativo de Pisa.
Se convirtió al cristianismo gracias a san Pablo. Profesó su fe durante una ceremonia en la que se rebeló contra Nerón por considerar que Diana no era la creadora del universo y después se profesó cristiano. Nerón, que parece le tenía estima, le pidió a su asistente que le convenciera para que volviera a la religión de sus padres. Cuando Torpetes se negó a hacerlo, Nerón le mandó decapitar. Otra variante de la leyenda es que Torpetes abandonó Roma y viajó a Pisa, pero fue reconocido como cristiano por el prefecto local, Satellicus, que le ejecutó.
La cabeza de Torpetes fue lanzada al río Arno (y más tarde fue reclamada por Pisa). Su cuerpo fue colocado en un barco abandonado con un gallo y un perro, para que se comieran el cadáver. El barco flotó hacia Liguria.
Una santa mujer llamada Celerina tuvo una premonición, en un sueño, de la llegada del cuerpo del santo a la población donde ella habitaba. El barco llegó a la ubicación actual de Saint-Tropez (San Torpes), no muy lejos del cementerio de los marineros. El cuerpo estaba intacto. El gallo se fue volando hacia el pueblo más tarde llamado Cogolin y el perro se dirigió hacia el pueblo llamado más tarde en su honor Grimaud
La gente del lugar llamaron Saint-Tropez a su pueblo en honor a él. Sus reliquias se transportaron al mar en un barco pequeño, igual que otras leyendas de los santos de la región, tales como santa Reparata y santa Devota. Lugares en las costas de España y Portugal también se declararon los lugares donde había arribado el barco de San Torpetes. Torpetes fue venerado en Pisa, Génova y Portugal. También es considerado patrón de los marineros.

San SEVERO DE NÁPOLES. M. 409.

Serio, austero. 

Martirologio Romano: En Nápoles, de la Campania, san Severo, obispo, al que san Ambrosio amó como a un hermano y su Iglesia como a un padre.

Obispo de Nápoles, fue un célebre taumaturgo, alabado por san Ambrosio de Milán; según la leyenda resucitó a un hombre para que pudiera testimoniar en favor de su viuda. 
En el catálogo de los obispos napolitanos ocupa el duodécimo lugar; de su vida anterior a su ministerio episcopal, no se sabe prácticamente nada.
San Severo sirvió su episcopado de febrero de 363 al 29 de abril de 409, por lo tanto algunas décadas después de la libertad de culto establecida por Constantino a favor de los cristianos; fue ciertamente un período en que las dos religiones, pagana y cristiana, fueron obligadas a convivir, y los retrocesos al paganismo fueron frecuentes.
Su obra se desarrolló después de estos retornos al paganismo y los violentos ataques de los heréticos arrianos. La Iglesia de Nápoles, con la guía iluminada de san Severo, refloreció en la fe auténtica del cristianismo; restableció en la ciudad las obras de su predecesor san Máximo quien murió en el destierro en Oriente, durante la persecución arriana.
Hace falta decir que san Máximo fue el décimo obispo de Nápoles y san Severo el duodécimo, entre los dos estuvo el usurpador arriano Zósimo, quien durante sus seis años de episcopado, retornó a la fe original, por lo que si está legítimamente considerado como el 11° obispo.
Varios documentos antiguos confirman que se ganó, no sólo consideración y cariño de los cristianos, sino también la de los paganos. Fue amigo de san Ambrosio obispo de Milán, a quien tuvo ocasión de conocer durante el Concilio plenario realizado en el 392 en Capua.
Le son atribuidas la construcción de cuatro basílicas: una de ellas, fue dedicada al Salvador, de esta antigua basílica llamada luego San Giorgio el Mayor, ha quedado tan sólo la cúpula. A Severo es atribuida también la construcción del célebre Baptisterio de Nápoles, siendo el más antiguo de occidente. Fuera de los muros de la ciudad, Severo hizo construir una basílica cementerial, dónde hizo colocar las reliquias del obispo san Máximo y que parece fue incluso su primera sepultura. 
San Severo también es patrono de la ciudad y diócesis de San Severo, en la provincia de Foggia.

San HUGO DE CLUNY. (1024 - 1109).

(Hugo “el Grande”, Hugo de Semur. fr.: Hugues de Cluny).
Inteligente, juicio, pensamiento

Martirologio RomanoEn el monasterio de Cluny, en Borgoña, san Hugo, abad, que gobernó santamente su cenobio durante sesenta y un años. Se mostró entregado a las limosnas y a la oración, mantuvo y promovió la disciplina monástica, estuvo atento a las necesidades de la Iglesia y fue un eximio propagador de la misma.

Nació en Semur en Brionnais, y descendía de la casa ducal de Borgoña. Su padre, Dalmacio, señor feudal, sin ley y sin conciencia, intentó formar a su hijo en sus mismos principios, pero Hugo, formado por su santa madre, logra primero irse al lado de su tío, el Obispo de Châlons. Después de servir brevemente en la guerra, entró al servicio del Papa. Frecuentó la escuela catedralicia de Auxerre o de Châlons-sur-Saône (1030-1035). Ingresó en la abadía de Cluny en 1039. El señor de Semur, que había visto en su hijo un joven despierto, de buena presencia y dotes envidiables, montó en cólera ante aquella decisión. No obstante, y contra la voluntad paterna, Hugo quedóse en Cluny. Aquel espíritu bravío y despótico llegó, sin embargo, a sentirse luego orgulloso de su hijo, pues pasando una vez cerca de la Abadía, quiso por curiosidad verlo con el áspero sayo monacal. Y su amor paternal, renacido, vio tantas gracias en el joven Hugo, que confesó no haberlo visto nunca tan digno de aprecio. Desde entonces no volvió a molestarle con reflexiones ni reprimendas.
A los 20 años fue ordenado sacerdote y a los 25 elegido Abad General para toda la Orden por los monjes (y no designado por su predecesor). A partir de aquel momento y durante una muy larga existencia, se consagró por entero a las dos obras fundamentales de su vida: la defensa y pureza de la fe y la organización definitiva cluniacense.
Durante su mandato mandó construir la iglesia abacial y organizó la peregrinación a Santiago de Compostela. Ejerció este cargo entre 1049 al 1109, durante este tiempo fue consejero de Papas; fue consultado y respetado por todos los soberanos de Europa y gobernó más de mil monasterios y casas sufragáneas con gran severidad y justicia, a pesar de que en aquel tiempo había una gran depravación de costumbres entre el clero. Le encontramos en los Concilios, en las elecciones pontificias, animando la cruzada, poniendo paz entre los emperadores y los pueblos que se agitan en la frontera oriental del imperio; al lado de los reyes y príncipes, confundiendo a los herejes, recorriendo en su mulilla abacial todos los países, para implantar los principios renovadores, emanados de Roma, deponiendo, si era preciso, a los abades y obispos indignos. Cluny se convirtió en un centro de reforma de toda la Iglesia.
La iglesia abacial de Cluny, la iglesia más grande de su época, fue bendecida por el papa san Urbano II (también monje de esta abadía). Hugo y el papa san Gregorio VII, (también monje cluniacense) contribuyeron a promover el profundo renacimiento de la vida religiosa que caracterizó el siglo XI en toda Europa occidental; estuvo con el papa en Canossa, cuando el emperador de Alemania, Enrique IV, se humilló ante el Pontífice, gracias a la mediación de Hugo que tenía grandes y estrechas relaciones con el Imperio. El emperador Enrique III le miraba con veneración profunda: “Recibir tus cartas -le escribía- es uno de mis mayores contentos y satisfacciones. Sé muy bien el ardor con que te entregas a las cosas divinas; nada tengo que decir a tu negativa de venir a la Corte, alegando las distancias; te disculpo, con la condición de que vengas a Colonia para sacar de pila y dar tu bendición paternal al hijo que me acaba de nacer”. Accedió Hugo: santificó al niño en las fuentes bautismales y éste, más tarde Enrique IV, lo llamará, por ello, su padre. Tales eran las relaciones del Abad de Cluny con el perseguidor de san Gregorio VII; mas tal amistad no le hizo jamás vacilar en su deber, hasta el punto de poder asegurarse que, aparte de san Pedro Damián, su gran amigo, no tuvo el Papado más poderoso auxiliar y generoso defensor. Gregorio VII lo invitaba por ello para consultarle en sus grandes apuros y recibir el consuelo en sus tribulaciones.
Fundó el hospital de Marcigny, donde amaba curar él mismo a los leprosos y en el mismo lugar el monasterio para religiosas “para que las mujeres pecadoras que quisieran escapar de los lazos del mundo y arrepentirse de sus faltas, tuvieran también abierta la entrada en el cielo”. Hacia 1105, hizo construir y decorar con pinturas la capilla del priorato cluniacense de Berzé la Ville en Mâconnais. 
Sus mejores sentimientos de gratitud fueron, en todo momento, para Alfonso VI de Castilla, que se había mostrado espléndido con la gran Abadía borgoñona. Había anexado a ella las principales abadías de su reino, como Nájera, Dueñas y Carrión, y había colocado monjes cluniacenses en casi todas las sillas episcopales de León y Castilla. Durante su reinado, los cluniacenses del abad Hugo eran dueños de los monasterios, obispados y casi hasta de la Corte del monarca. Todo ello era posible porque nuestro Santo, de un espíritu muy superior a su época, sabía dominar a los más fuertes caracteres; vigilar la vida de miles de monjes; y hacerse cada día más merecedor del apelativo de “Grande”. Fue canonizado por Calixto II en 1120.

OTROS SANTOS DEL DÍA:


San Tíquico. s. I. 
Martirologio Romano: Conmemoración de san Tíquico, discípulo de san Pablo apóstol, al que, en sus epístolas, le llama hermano carísimo, ministro fiel y consiervo en el Señor.
Discípulo de san Pablo (At 20, 4; 21, 29) y su colaborador (Col 4,7; Ef. 6, 21 ss). Se dice que murió mártir como obispo de Pafos en Chipre. 

San Cristino. s. III-IV. 
Ungido, sagrado. Seguidor, discípulo de Cristo. 
En 1661, el “cuerpo santo”de este mártir fue descubierto en las catacumbas de Priscilla en Roma. Las reliquias fueron donadas por el Papa Alejandro VII a la Confraternidad de la Misericordia de Portoferraio. 
El sagrado depósito llegó a este pueblo un 29 de abril y desde entonces en este día se celebran las fiestas patronales. En 1764, el papa Clemente XIII concedió que san Cristino fuera festejado como patrono de Portoferrario con todos los privilegios inherentes a las fiestas de los Protectores y según la costumbre de la época fue sancionado también por el emperador Francisco I.

San Acardo de Avranches. M. 1172.
(fr.: Achard de Avranches).
Martirologio RomanoEn el monasterio de La Lucerne-d'Outremer, en Normandía, san Acardo, obispo de Avranches, que, abad durante un tiempo de San Víctor de París, escribió varios tratados de vida espiritual a fin de conducir el alma cristiana a la perfección, y al fallecer fue enterrado en esta abadía Premonstratense, que visitaba a menudo.
Nació en Normandía, en el seno de una noble familia. Fue educado entre los canónigos regulares de Bridlington (diócesis de York), luego pasó, para perfeccionarse en los estudios, a París; aquí abrazó la vida religiosa en la nueva abadía de San Víctor. En 1155 fue elegido segundo abad de San Víctor. Escribió varios tratados de vida espiritual, para llevar a las almas a la perfección. Se le reconoce la paternidad del tratado “De discretione animae, spiritus et mentis”, falsamente atribuido con anterioridad a Adán de San Víctor.
En 1157 fue elegido obispo de Séez, pero Enrique II de Inglaterra se opuso a su consagración porque, según santo Tomás Beckett, el papa Adrián IV había favorecido la elección. En 1161 fue nombrado obispo de Avranches. Piadoso y benéfico, por su amistad con el monarca inglés obtuvo muchos favores para su diócesis y para la región entera de Normandía. Murió y fue sepultado en la abadía premonstratense  de La Lucerne, de la cual había sido el principal benefactor, y quien en 1164 había bendecido la primera piedra. Tiene culto local.

San Antonio Kim Song-u. (1795 - 1841). 
Floreciente. El defensor, el enemigo de los burros. 
Martirologio RomanoEn Seúl, en Corea, san Antonio Kim Song-u, mártir, que solía reunir en su casa a varios fieles hasta que, encerrado en prisión, por su fe en Cristo fue ejecutado por estrangulación.
Coreano. Tenía 46 años de edad. Cuando se convirtió al catolicismo, decidió acoger en su casa a los fieles que no tenían dónde reunirse para leer las Escrituras y orar en común y así poderles ayudar durante la persecución que se desencadenó a partir del edicto de 1802 y que explotó definitivamente en 1839. Aquel año su hermano san José Chang Song-jib, boticario, había sido martirizado. 
Dos años después murió mártir en Seúl, Corea, por haber reunido en su casa a grupos de cristianos. Fue estrangulado por sus verdugos en la cárcel sin tener un juicio justo. Fue canonizado el 6 de mayo de 1984 por SS Juan Pablo II.

MADONNA DEL SANGUE.


Re es uno de los pequeños pueblos de montaña del Piamonte italiano, situada en el Valle Vigezzo, y se encuentra a sólo 7 km de la frontera suiza. 

Allí se encuentra el Santuario de la Madonna del Sangue, santuario que se ha edificado sobre una antigua imagen de la Virgen amamantando a su bebé. Esta pintura fue pintada al fresco en la pared exterior de una iglesia por un artista desconocido en algún momento del siglo XIII. La imagen por aquel entonces se encontraba en la pared externa de una pequeña iglesia dedicada a san Mauricio.



HISTORIA:

La noche del 29 de abril de 1494, un joven llamado Giovanni Zucono estaba jugando con otras personas fuera de la iglesia. El juego que estaban jugando se llamaba Piodella, era un juego similar al béisbol, en el que se utilizaba un palo corto de madera para golpear un objeto, en este caso, el objeto era un disco metálico, como una moneda, y el objetivo era golpear tan cerca como fuera posible a un objetivo. 
La historia cuenta que durante el juego, Giovanni perdió los estribos, porque iba perdiendo y le arrojó su moneda al rostro de la Virgen que había en la pared de la iglesia. El joven volvió en sí y preso de remordimiento se arrodilló delante de la imagen y le pidió perdón. 
A las 11 de la noche Juan de Minola y Antonio Ardicio de Craveggia, que vivían delante de la iglesia se dieron cuenta de la existencia de una luz inusual en el porche, como si hubiera una vela encendida. Antes del amanecer, el sacristán de Gisla Stefano, mientras se prepara para abrir la iglesia, ante la imagen del muro ve a una mujer vestida de blanco de rodillas ante la Virgen, cree reconocer a una vecina y la saluda sin recibir respuesta. 
Será un anciano llamado Bartolomé descubrió por primera vez el evento milagroso, ya que devótamente se acercó para besarle la mano y, se dio cuenta con asombro de que estaba mojado de sangre. Miró a la Virgen y vio que la herida de la cabeza salía un hilillo de sangre. 
Después de la medianoche del chorro de sangre crece y gotea al suelo emitiendo un aroma dulce "imposible de describir." El rector de la iglesia recogió en un paño la sangre y la puso en un cáliz. 
El derramamiento de sangre que duró unos veinte días hasta el 18 de mayo intermitente y menos abundantes como de una herida que sana lentamente. 

RECONOCIMIENTO:

Inmediatamente se construyó un altar delante de la imagen. Luego, entre 1606 y 1628 una iglesia más grande y magnífica fue construido alrededor del altar, la incorporación de la imagen en el interior. En 1894, en el 400 aniversario del milagro, se decidió la construcción de un edificio aún más grande. Los trabajos se iniciaron en 1922 con la actual estructura bizantina-renacentista. En 1958 el Papa Pío XII concedió el santuario con la designación de Basílica Minore. 
El fresco está protegido en el interior del santuario. Y en un sagrario detrás del altar se conserva una ampolla de sangre seca. Muchas de las pruebas científicas se han hecho en él, y los resultados han sido bien documentados. Y, de hecho, las marcas residuales en el fresco han demostrado ser de sangre. 
Los rastros de sangre en la imagen del milagro casi han desaparecido, sólo se puede identificar con instrumentos ópticos. Una investigación científica en el fresco y en las reliquias de la sangre se llevó a cabo por el prof. Judica Cordiglia de Turín en 1962. El contenido de la bombilla hizo notar el espectro inconfundible de componentes de la sangre y los tejidos se formaron en el momento del milagro, mientras que el examen de rayos X de la cabeza de la Virgen se ha puesto de manifiesto la fractura causada por el borde delantero del forma plana de un objeto contundente (el Piodella). 
La encuesta también ha puesto de relieve una Cordoglia especialmente sorprendente, que escapó de los testigos oculares en el momento del derrame: el derramamiento de sangre, en lugar de deslizarse en el fresco de la pared lisa, habría cubierto el rostro de la Virgen y el Niño, como si fueran personas reales.