(Cerauno. fr.: Chéron).
Martirologio Romano: En Chartres, en la Galia Lugdunense, san Carauno, mártir.
Romano que predicó el evangelio en la Galia y fue asesinado por los bandidos en Chartres. Sobre su tumba se construyó una iglesia y un monasterio. Es posiblemente idéntico a san Cerauno de París.
Su leyenda es un calco de la que se adjudica a san Dionisio: a pesar de las insistencias de su padre que lo presionaba para que se casase, se negó a ver a su futura novia y se consagró al servicio de la Iglesia, donde informado el Obispo de aquel distrito de su mérito lo ordeno diácono. Hizo varios milagros.
Entonces determinó consagrarse enteramente al ministerio de la Palabra de Dios, y habiendo predicado en diferentes provincias de las Galias, paso del territorio de Chartrain, donde encontró muy corto numero de cristianos, descendiente de aquellos que habían sido antiguamente convertidos por san Potenciano, y san Altino. Habiendo hechos rápidos progresos en el Evangelio con su admirable celo, hizo elección de algunos discípulos para que le ayudasen en la propagación del conocimiento de Jesucristo y salió para París.
Asaltado por una banda de ladrones en la ruta de Chartres a París, fue decapitado. A la manera de san Dionisio llevó su cabeza decapitada en las manos hasta el lugar que eligió para su martirio, cerca de una fuente milagrosa, allí se levantó la abadía de Saint-Chéron, en el valle del Eure. Se le atribuyó la curación del hijo del rey Clotario.
Romano que predicó el evangelio en la Galia y fue asesinado por los bandidos en Chartres. Sobre su tumba se construyó una iglesia y un monasterio. Es posiblemente idéntico a san Cerauno de París.
Su leyenda es un calco de la que se adjudica a san Dionisio: a pesar de las insistencias de su padre que lo presionaba para que se casase, se negó a ver a su futura novia y se consagró al servicio de la Iglesia, donde informado el Obispo de aquel distrito de su mérito lo ordeno diácono. Hizo varios milagros.
Entonces determinó consagrarse enteramente al ministerio de la Palabra de Dios, y habiendo predicado en diferentes provincias de las Galias, paso del territorio de Chartrain, donde encontró muy corto numero de cristianos, descendiente de aquellos que habían sido antiguamente convertidos por san Potenciano, y san Altino. Habiendo hechos rápidos progresos en el Evangelio con su admirable celo, hizo elección de algunos discípulos para que le ayudasen en la propagación del conocimiento de Jesucristo y salió para París.
Asaltado por una banda de ladrones en la ruta de Chartres a París, fue decapitado. A la manera de san Dionisio llevó su cabeza decapitada en las manos hasta el lugar que eligió para su martirio, cerca de una fuente milagrosa, allí se levantó la abadía de Saint-Chéron, en el valle del Eure. Se le atribuyó la curación del hijo del rey Clotario.
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