Martirologio Romano: En Nantes, ciudad de la Bretaña Menor (hoy Francia), san Félix, obispo, quien mostró gran celo poniéndose al servicio de sus ciudadanos, construyó la iglesia catedral y evangelizó a la población rural de los alrededores.
Pertenecía a una noble familia de Aquitania y se distinguió por su virtud, elocuencia y saber. A fines del año 459, fue elegido obispo de Nantes, a los 36 años de edad. Félix estaba casado, pero su mujer se retiró entonces a un convento, y él recibió las órdenes sagradas.
El celo de san Félix por la disciplina y el buen orden se manifestó en la administración de su diócesis, la que gobernó durante 33 años. Su caridad con los pobres no conocía otros límites que el de las necesidades de estos. Construyó la catedral y evangelizó el mundo rural de su diócesis. Asistió a los concilios de París y Tours. Más de una vez hubo de entrar en tratos con sus hostiles vecinos, los bretones. Aunque san Gregorio de Tours no siempre estuvo de acuerdo con su sufragáneo, dio testimonio de su santidad. Fue amigo del obispo de Poitiers y poeta, san Venancio Fortunato, quién escribió versos en su honor.
Murió el 6 de enero del año 582, pero durante mucho tiempo se celebró su fiesta el 7 de julio, que es la fecha de la translación de sus reliquias. Tiene culto local.
No hay comentarios:
Publicar un comentario