15 de septiembre de 2014

San NICOMEDES. M. c. 90.


Martirologio Romano: En Roma, san Nicomedes, mártir, a quien el papa Bonifacio V honró su sepultura en la vía Nomentana con un templo sepulcral.

Nicomedes, un mártir de la Iglesia de Roma, fue sepultado en una catacumba sobre la Vía Nomentana «precisamente fuera de la Porta Pia». Hubo una iglesia dedicada a él, y existen pruebas de la antigüedad de su culto. La tradición dice que a los paganos que «trataban de obligarlo a ofrecer sacrificios», les respondió Nicomedes: «Yo no sacrifico ante nadie más que el Dios Todopoderoso que reina en el Cielo». Inmediatamente «fue azotado con látigos que tenían trozos de plomo en las puntas, durante largo tiempo, hasta que entregó el alma al Señor bajo esta tortura». Parece que murió en el siglo II.
Según la leyenda más extendida, era un presbítero romano, que fue martirizado durante el gobierno de Domiciano; en las leyendas posteriores se le puso en relación con santos Nereo, Aquiles y Petronila. Según la leyenda, Nicomedes celebraba los misterios sagrados en casa de Petronila, hija del apóstol san Pedro, antes de que ella muriera recibiendo la eucaristía, y eludiendo así una propuesta de matrimonio del “comes” Flaco. Más tarde, se ocupó de sepultar a santa Felícula, hermana de leche de Petronila, asesinada por Flaco, por negarse a casarse con él. Por esta razón fue arrestado por Flaco, y al negarse a sacrificar a los dioses, fue arrojado al Tíber. Un clérigo amigo suyo, llamado Justo lo sepultó en la vía Nomentana. Desde 1969 su culto se ha limitado a los calendarios locales. 

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