Martirologio Romano: En Barcelona, en España, beato Francisco Bandrés Sánchez, presbítero de la Sociedad Salesiana y mártir, que, en tiempo de la misma persecución, confirmó con su sangre su fidelidad al Señor.
Nació en Hecho, Huesca. Salesiano en 1913, sacerdote en 1922. Trabajó mucho y bien, siendo además gran animador de la música, en Rocafort y Mataró, donde fue seis años director. Director después de Sarriá, lo afirmó noblemente ante los milicianos.
Era un verdadero hombre de acción y de gobierno. Cuando estalla la revolución del 18 de julio de 1936, procuró mantener la serenidad y confiaba en que la presencia de tantos internos en el colegio serviría de parapeto para que la casa fuera respetada. Pero el día 21 a las cinco de la tarde los religiosos fueron expulsados del colegio. El director le dio a cada uno cien pesetas y les dijo que cada uno buscara refugio donde mejor pudiera. No cabía hacer otra cosa.
Él se fue junto con otro religioso a la casa de su hermana Pilar, que los acogió. Cuando supo la muerte de algunos religiosos quiso tomar el tren para dirigirse al extranjero, pero al carecer de pasaporte no le fue posible. En la noche del 3 de agosto varios milicianos se presentaron en casa de su hermana preguntando por don Ramón Cambó, que era el administrador del colegio. D. Francisco Bandrés dijo que no estaba pero que él era el director. Entonces fue arrestado sin que sirvieran sus alegatos de que su colegio hacía un gran bien social. Llevado al Hotel Colón, que era la sede del POUM (Partido Obrero Unificado Marxista), le fue quitada la vida en los calabozos.
Fue beatificado el 11 de marzo de 2001 por el papa Juan Pablo II en la ceremonia conjunta de los 233 mártires de la persecución religiosa en Valencia de los años 1936-1939.
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