Martirologio Romano: En Constantinopla, san Dios, por sobrenombre “Taumaturgo”, archimandrita, natural de Antioquía, que fue ordenado sacerdote en esta ciudad y en ella fundó un monasterio bajo la regla de los acemetas.
maqueta de un monasterio de acémetas |
Nació en Antioquía de Siria en el seno de una familia cristiana. Desde su juventud se distinguió por su templanza y ascesis. La Providencia le concedió los dones del desapego de las cosas mundanas y los taumatúrgicos. Según cuenta la leyenda, por una visión divina marchó a Constantinopla donde vivió en un lugar apartado donde pudo vivir en oración y vida ascética. No le faltaron las grandes tentaciones del Maligno. Su fama de santidad atrajo a las gentes que iban a pedirle consejo y para que los curase. Dios obró toda suerte de milagros con las curaciones y todo los que le ofrecían lo repartía entre los pobres y abandonados.
Cuentan que el emperador Teodosio el Joven y el patriarca de Constantinopla, Ático, se acercaron al lugar de su habitación, allí el emperador le ofreció los medios para que construyera un monasterio y el patriarca lo ordenó sacerdote y lo nombró hegúmeno del futuro cenobio. Pudo fundar su monasterio bajo la regla de los acémetas (los que no duermen) y le siguieron muchos monjes. No dejó de obrar milagros que le hicieron cada vez más famoso. Fue admirado por sus virtudes y la sabiduría de su juicio por el patriarca Ático y el patriarca de Antioquía, Alejandro. Murió silenciosamente en su monasterio donde fue enterrado.
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