3 de abril de 2015

Beatos ROBERTO MIDDLETON y TURSTANO HUNT. M. 1601.


(Thurtanio. ing.: Robert Middleton & Thurston Hunt).
Roberto: Famoso por la gloria

Martirologio RomanoEn Lancaster, en Inglaterra, beatos Roberto Middleton, de la Orden de la Compañía de Jesús, y Turstano Hunt, ambos presbíteros y mártires. Este último, al querer liberar al primero cuando era conducido prisionero, también fue apresado y, bajo el reinado de Isabel I, los dos fueron condenados a muerte por ser sacerdotes, llegando, a través de los tormentos padecidos, a la derecha de Cristo.

Memorial de los mártires
en la catedral de Lancaster
Roberto Middleton nació en Yorkshire hacia 1569 y se crió en la fe protestante. A los 18 años unos libros le hicieron replantearse el tema religioso y por sí mismo llegó a la fe católica. Se marchó de York a Londres, donde vivió con un comerciante que era también magistrado. En 1594 marchó a Douai y luego al colegio inglés de Roma, donde se ordenó sacerdote. Posteriormente entra en la Compañía de Jesús. Vuelto a Inglaterra en 1598, al año siguiente es arrestado y llevado a Prestan, donde admitió ser sacerdote católico, pero se negó a denunciar a los demás. Fue entonces enviado a Lancaster, y en el camino un grupo de católicos -entre los que estaba el sacerdote Turstano Hunt- quiso liberarlo, pero salió mal la operación y el propio Hunt cayó preso.

Turstano Hunt -nacido hacia 1555- era natural de Carlton Hale y estudió en Reims, ordenándose sacerdote el 20 de abril de 1585. Hunt iba armado y disparó en la refriega hiriendo a uno de los guardias; se le encontraron tres cartas, una de ellas una carta abierta dirigida a la Reina. Enviados ambos sacerdotes a Londres, fueron encerrados en la Gatehouse y el 3 de marzo de 1601 fueron llevados a Lancaster y condenados a muerte por su condición de sacerdotes católicos introducidos en el reino inglés. Aquí, el 3 de abril de aquel año ambos serían ahorcados y, además, Middleton fue descuartizado cuando aún estaba vivo. Fueron beatificados el 22 de noviembre de 1987 por san Juan Pablo II.

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