Martirologio Romano: En Roma, en la basílica de San Pedro, san Gregorio III, papa, que procuró la predicación del Evangelio a los germanos y, en contra de los iconoclastas de la Urbe, adornó las iglesias con sagradas imágenes.

Su pontificado fue borrascoso y atormentado a causa de los excesos de los iconoclastas, a los que condenó en un sínodo celebrado en San Pedro en el 731, confirmando así lo dispuesto por san Gregorio II. Embelleció Roma y restauró San Pedro, con numerosas imágenes. Tuvo que soportar los intentos de invadir Italia por León el Isáurico y cómo el emperador entregaba a Constantinopla las provincias eclesiásticas de Iliria y Sicilia. También sufrió las incursiones lombardas que habían conquistado Rávena, Spoleto y el ducado de Roma. Contra estos últimos pidió la ayuda de Carlos Martel, estableciendo así una relación con los francos que tendrá una importancia histórica.
Se preocupó en la evangelización de Germania, enviando misioneros, y organizando las diócesis, consagró obispo de Maguncia a san Bonifacio. Se dice que escribió una carta a san Bonifacio, que estaba trabajando en Inglaterra, esta carta estaba llena de citas bíblicas, y los paganos a la que iba dirigida no la entendieron, e hizo más mal que bien, a pesar de la buena intención del Papa. Fue sepultado en el oratorio de San Pedro que había construído para el culto de las reliquias.
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