Martirologio Romano: Conmemoración de san Pablo, obispo de Constantinopla y mártir, a quien expulsaron muchas veces los arrianos por mantener la fe nicea y otras tantas volvió a su sede, pero, al fin, el emperador Constancio le relegó a Cucuso, pequeña población de Capadocia, y allí mismo fue cruelmente estrangulado, según la tradición, por insidias de los arrianos.

Pablo pasó en seguida a Tréveris, a la corte del emperador de Occidente Constantino II y del obispo san Maximino de Tréveris, estableciendo una sólida relación. En Tréveris permaneció hasta la muerte de Eusebio acaecida hacia el 341. Regresó a su sede hacia el 341, apoyado por un sínodo convocado por el papa san Julio I, pero los arrianos no aceptaron su elección y consagraron a su vez como obispo a Macedonio. Estallaron grandes tumultos que causaron muertos, entre ellos Hermógenes el “magister equitum”, encargado por Constanzo II de alejar a Pablo de Constantinopla. El emperador depuso a los dos obispos acusándolos de los tumultos y dejó la sede vacante. En el 343, comenzó el concilio de Sárdica por el cual Pablo, fue abandonado a su destino, incluso por los obispos occidentales, fue excomulgado y acusado de ser el principal responsable de los desórdenes. Constanzo II, mandó arrestar a Pablo y lo exilio a Singara, en Mesopotamia, mientras Macedonio era nombrado patriarca. Pablo, llamado en el 344, fue exiliado por última vez primero a Emesa, en Siria, y por fin a Cucuso en Capadocia, donde se le negó la comida durante seis días y por último murió estrangulado con su propia estola mientras oficiaba la Misa, por los arrianos. A su muerte fue rehabilitado y considerado un gran defensor de la fe nicena.
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