Martirologio Romano: En Canterbury, en Inglaterra, san Geraldo Edwards, presbítero y mártir, en cual fue ordenado en Francia y, al regresar a su patria, en la persecución durante el reinado de Isabel I, después de un largo encarcelamiento consumó su martirio en el patíbulo. Con él fueron martirizados los presbíteros beatos Roberto Wilcox y Cristóbal Buxton, por su condición sacerdotal, y el beato Roberto Widmerpool, por ayudar a un sacerdote.
cárcel de Marshalea |
Eduardo Campión (Gerald Edwards) nació Ludlow (Shropshire, Inglaterra), 1552, en el seno de una familia protestante, y estudió un tiempo en el Jesús’College de Oxford. Pasó luego al servicio de lord G. F. Drake, y al entrar con personas católicas decidió su conversión. Fue ordenado sacerdote en Reims en 1587; había elegido el apellido de Campión en recuerdo del gran mártir san Edmundo Campión, cuyo ejemplo quiso imitar.
Vuelto a Inglaterra y destinado al condado de Kent, fue descubierto y apresado, confesó con toda claridad sus convicciones religiosas. Fue condenado por traidor. Se negó a intentar la fuga en la esperanza del martirio. Ajusticiado en Canterbury.
Roberto Wilcox: nació en Westchester (Cheshire) en 1558. Sintiendo la vocación sacerdotal marchó a Reims donde fue ordenado sacerdote en 1585.
Dos años más tarde marchó a Inglaterra siéndole asignado el condado de Kent como lugar de su ministerio, pero apenas lo había comenzado cuando fue descubierto y apresado, siendo enviado a la cárcel londinense de Marshalsea donde pasó cerca de tres años hasta su ajusticiamiento, padeciendo las duras condiciones de la cárcel y malos tratos.
Murió junto con Eduardo Campion y Cristóbal Buxton. Estos tres sacerdotes seculares, fueron ahorcados y descuartizados bajo la acusación de traición en Canterbury, acompañados de un seglar que igualmente había confesado su fe católica, era Roberto Widmerpool. El patíbulo estaba levantado en un pueblecito cercano a Canterbury llamado Oaten Hill. Los tres sacerdotes y el caballero católico que eran ajusticiados dieron a todos los presentes un alto ejemplo de serenidad y seguridad en la bondad de la causa por la que morían.
Cristobal Buxton: nació en Tideswell, Derbyshire en 1562. Fue alumno del beato Nicolás Garlick, por medio del cual llegó al catolicismo. Estudió en Reims y Roma y fue ordenado sacerdote en 1586. Hubiera querido regresar pronto a su país, pero, de vuelta en Reims, encontró algunas dificultades que retrasaron su vuelta hasta el 1587.
Dos meses más tarde fue descubierto y detenido en el condado de Kent, fue enviado a la cárcel de Marshalsea en Londres. En la prisión de Marshalsea escribió un "Rituale", que se conserva todavía como una reliquia. Un año más tarde fue juzgado y condenado. Fue ahorcado el último, al ser el más joven, porque los verdugos esperaban que en vista de las horribles escenas de descuartizamiento se vendría abajo su fe. Se volvió a intentar, ya con la soga al cuello, que abjurase, pero se mantuvo firme en su fe. Fue ahorcado y descuartizado.
Roberto Widmerpool: el cuarto de los mártires de Canterbury, era un laico, era un noble de Nottinghamshire que estudió en Oxford. Había nacido en Widmerpool, localidad de Nottinghmshire y había hecho sus estudios en el Gloucester Hall de Oxford, donde obtuvo el título de maestro de escuela. Durante algún tiempo, fue tutor de los hijos del conde de Nortumbría.
Se le acusó de haber ayudado a un sacerdote al darle refugio en la casa del conde. Roberto besó el patíbulo y la cuerda, y con ella al cuello dijo que moría por la misma fe por la que allí había muerto santo Tomás Becket. Los asistentes no quisieron oírle, llamándole traidor, pero él no se alteró, guardó silencio en oración y fue ahorcado y descuartizado en Oaten Hill en Canterbury.
Nota de “El Testigo Fiel”: “el Martirologio Romano habla en esta fecha de san Geraldo Edwards (también llamado Eduardo Campion), mientras que mantiene para los otros tres el título de beato. Los cuatro fueron beatificado en 1929, y fuera de la canonización realizada en 1970 por SS Pablo VI, no hubo ninguna otra canonización de santos de la persecución Inglaterra y Gales donde pudiera haber sido elevado a santo el beato Edward Campion. Aunque los otros sitios que reproducen el Martirologio romano actualizado (“Ökumenisches Heiligenlexikon”, “Santi e Beati”, “Santopedia”) citan este mismo texto y por tanto también lo califican de santo, luego ninguno en su texto lo llama santo sino beato, lo mismo que en todos los santorales que he podido consultar (por ejemplo, el más preciso e informado de las actualizaciones en hagiografía: (“Hagiography Circle”). Concluyo que se trata de una simple confusión (pero de la “Editio Typica” latina, no de la castellana solamente) entre san Edmund Campion -éste sí, canonizado en 1970- y el beato Edward Campion, nunca canonizado”.
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