Martirologio Romano: En Toulouse, de nuevo en la Galia, muerte de san Gilberto, abad de Citeaux, el cual, nacido en Inglaterra, varón ilustre por su saber, defendió a santo Tomás Becket.
De origen inglesa, se hizo cisterciense, probablemente en el monasterio de Ourscamp; conoció a san Bernardo de Claraval, al que intentó imitar en todo. Fue abad en el 1147 de Swineshead, en cuyo cargo permaneció 20 años; en el 1163, fue elegido abad de Citeaux. En 1167 renunció a la abadía ante la presión de las dificultades que el rey Enrique II puso a los cistercienses, quienes se pusieron al lado de santo Tomás Beckett.
En su doctrina condensada en los sermones se refleja una intensa vida espiritual. Estuvo atento a las corrientes teológicas de su tiempo, mencionando casos negativos como el cisma del antipapa Víctor. Su amor a la vida monástica y especialmente al Cister fue grande. Aludió a las persecuciones que recibió. Piensan sus biógrafos que son las persecuciones de Enrique II por su apoyo a santo Tomás, las que le obligaron a exiliarse en el monasterio cisterciense de Pontigny.
Aunque no existan pruebas, parece que se retiró al monasterio de L’Arrivour, en la diócesis de Troyes, sufragánea de Claraval, donde murió. Aunque en el Martirologio Romano en español aparece como santo, es Beato como aparecen en los Martirologios en inglés, francés, alemán, italiano y latín.
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