2 de octubre de 2014

Beato ANTONIO CHEVRIER. (1825/6 - 1879).


Martirologio Romano: En Lyon, en Francia, beato Antonio Chevrier, presbítero, que instituyó la Obra de la Providencia del Prado, para preparar sacerdotes destinados a enseñar la doctrina cristiana a jóvenes pobres.

Nació en Lyon, en el seno de una modesta familia. Ordenado sacerdote en 1850, desarrolló en su ciudad natal su fecunda labor apostólica. En la inundación de 1856 se produjo su conversión interior y dedicó sus esfuerzos hacia el apostolado social entre los obreros como coadjutor de San Andrés de la Guilloterie, una parroquia de la zona obrera de Lyon. Antonio recorrió el barrio en barca, jugándose la vida en cada momento. Y en ese año, en Navidad, decidió entregarse del todo a los más pobres y abandonados de la sociedad. Un día visitó a san Juan Bautista María Vianney en Ars, que le animó en su labor y aceptó la dirección de la Ciudad del Niño Jesús, obra apostólica y benéfica a favor de los niños pobres. El cura de Ars decía a los peregrinos de Lyon que venían a confesarse con él; "¿Por qué venís? En Lyon tenéis un santo, el padre Chevrier. Acudid a él, no os defraudará". Muy pronto comprendió que necesitaba colaboradores en esta obra y por ello adquirió una sala del baile y la llamó "El Prado". Los obreros le reconoceran como padre. "Si los obreros no vienen a la iglesia, iremos nosotros a buscarlos". Fundó la Sociedad de los Sacerdotes del Prado en 1859, cuya misión apostólica se desarrolló entre los suburbios y otros barrios marginales. Allí acogió a jóvenes obreros marginados e inició una catequesis con ellos. 
Fue párroco por un breve tiempo. No cobraba los derechos parroquiales, por miedo al dinero, y esto no era bien visto por algunos colegas. Dejó la parroquia..., lo suyo eran los obreros. La espiritualidad de Antonio se basa en tres pilares: el Pesebre, la Cruz y la Eucaristía. "Pobres y despojados como Jesús en el Pesebre, crucificados como Jesús en la Cruz, comidos como Jesús en la Eucaristía. El sacerdote es como Jesucristo: un hombre despojado, un hombre crucificado, un hombre comido. Hay que hacerse un buen pan para todos". "Todos necesitan atención, pero nuestro carisma son los pobres", decía a sus seminaristas. Además, insistía, los ricos están mejor atendidos, incluso por la Iglesia. "Hay que estudiar a Jesucristo y luego aplicarlo en la vida. Que al vernos digan: he aquí a Jesucristo. Debemos reproducir, en el exterior y en el interior, las virtudes de Jesucristo: su pobreza, su oración, su amor". "¡Señor, decía el padre Chevrier, si tienes necesidad de un pobre, heme aquí! ¡Si tienes necesidad de un loco, heme aquí! Que piensen lo que quieran, que me miren como a un loco, poco me importa, yo soy de Jesucristo". Murió en Lyon donde había vivido siempre. Fue beatificado por SS Juan Pablo II el 4 de octubre de 1986.

No hay comentarios:

Publicar un comentario