Martirologio Romano: En la localidad de Longueuil, en Canadá, beata María Rosa (Eulalia) Durocher, virgen, fundadora de la Congregación de Hermanas de los Santos Nombres de Jesús y de María, para la formación humana y cristiana de las jóvenes.

Ella vió la gran necesidad de instrucción para la juventud. Sobre todo las jóvenes recibían muy poca instrucción. Por solicitud del Obispo Ignace Bourget, ella fue a Longueuil para fundar una nueva comunidad dedicada a la instrucción de la juventud. Dicha comunidad recibió el nombre de Hijas de los Sagrados Nombres de Jesús y María, que luego se llamó Hermanas del Santísimo Nombre de Jesús y María, dedicadas a la educación. Decía: “Dadme el espíritu que queréis que los niños tengan”.
Por su fe, su juicio y su creatividad apostólica, esta mujer tenía una gran influencia en la sociedad y la Iglesia de Quebec. Nacida para educar, supo desarrollar los dones de las personas a su alrededor y logró abrir su congregación al futuro. El 8 de diciembre de 1844, junto con Henriette Cérré y Mélodie Dufresne, hicieron su profesión religiosa en la iglesia de Longueuil. El Obispo Ignace Bourget presidió al entierro de Madre Marie-Rose que había fallecido a la edad de treinta y ocho años en Longueuil. Fue beatificada en Roma por el Papa Juan Pablo II el 23 de mayo de 1982.
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