Martirologio Romano: San Cayetano de Thiene, presbítero, que en Nápoles, en la región de la Campania, se entregó piadosamente a obras de caridad, especialmente a favor de los aquejados de enfermedades incurables, promovió cofradías para formar religiosamente a los laicos e instituyó los Clérigos Regulares Teatinos, para la reforma de la Iglesia, enseñando a sus discípulos a seguir la primitiva manera de vida apostólica.
Nació en Thiene (Vicenza, Lombardía), en la familia de los condes de Thiene (otros autores dicen que nació en Gaeta y de ahí su nombre “Cajetanus”). Tras doctorarse en Padua en Derecho civil y canónico (1504), ejerció en Vicenza. Parte de sus cuantiosos bienes los dedicó a edificar una iglesia en honor a Santa María Magdalena en el pueblo de Rampazzo y el resto los repartió entre los necesitados. En 1506 se trasladó a Roma para hacer de protonotario apostólico del papa Julio II por influencias de su familiar y mentor el cardenal Pallavicini y llegó a ser secretario particular del Pontífice y recibió los beneficios de las parroquias de Malo y Bressanvido en su diócesis natal. Cambió el rumbo de su vida comparándola con el Evangelio: "Veo a Cristo vivir como pobre y yo vivo como rico".
Fue ordenado sacerdote a los 36 años (1516), no quiso hacerlo antes, porque no se consideraba digno. En Roma, donde permaneció trece años, conoció los esplendores y las miserias de la corte de León X, sintiendo en sí mismo el eco de la proclama del Concilio Lateranense V: "Hay que hacer una reforma universal y radical". Roma quedó estupefacta ante una piedad que no era frecuente entre los clérigos: celebraba misa todos los días, recomendaba que se comulgase a menudo, se mortificó y atendió a los necesitados. En 1517, Cayetano y Juan Pedro Carafa trasplantaron una piadosa asociación, la Compañía del Amor Divino (promovida veinte años antes en Génova por santa Catalina de Génova), que se dedicaba con gran empeño a las obras de caridad en atención a los más pobres y enfermos, a la iglesia de Santa Dorotea en el Trastévere. Era el mismo año en que Lutero iniciaba su reforma anticatólica. Fue hecho cardenal por León X. En calidad de legado pontificio, en la época de la Reforma, representó al papado en Alemania.
Volvió a Vicenza en 1520, para asistir a su madre enferma. En esta ciudad fue rector de la iglesia de Santa María de Malo y, al mismo tiempo, se ocupó de los santuarios aislados del monte Soratte. Pasó a Venecia donde fundó el hospital de Incurables. En 1523, regresó a Roma, donde junto con el obispo de Chieti, Carafa, organizó un nuevo instituto de clérigos regulares para responder a las nuevas necesidades. Quiso reformar a los sacerdotes, que vivían de una manera poco digna y religiosa. Su ideal fue imitar la vida de los apóstoles, con su austeridad, desprendimiento y ardor en la evangelización; su apostolado tuvo como medio la misa, los sacramentos, la sencillez de la predicación y el cuidado de los enfermos, pobres y presos; se abstuvieron de pedir limosna y se limitaban a esperar que los fieles les ayudasen espontáneamente, confiando así en la Providencia como enseñó Jesús en el Evangelio, así nació la Orden de los Clérigos Regulares (llamados teatinos). Cayetano proclamó: "Cristo espera y nadie se mueve"; "no con el amor sentimental, sino con el activo es con lo que se purifican las almas".
Los padres Teatinos, del nombre latino "Theate Marruccinorum" del obispado de Chieti, se establecieron en el Pincio. Carafa será elegido primer Superior General, después que renunciara a su cátedra de Chieti. Los primeros teatinos, además de Caraffa y Cayetano estaban: Pablo Consigbliari y Bonifacio de Colle. El Instituto creció con enormes dificultades. El "sacco de Roma" (1527) les obligó a vivir en Venecia; su casa de Roma fue destruida y Cayetano fue torturado para quitarle el tesoro que no tenía. Cayetano fue elegido superior de Nápoles (1533). Cuando Carafa fue nombrado cardenal (fue luego el papa Paulo IV) en 1536, Cayetano fue enviado como superior general a Venecia, donde combatió al luterano Ochino y tuvo una importante actuación durante la peste que asoló la ciudad. La practica inquisitorial de Caraffa, dieron muy mala fama a los teatinos, y el pueblo los llamaba, ambiguos, desleales, cretinos... pero ellos no tenía nada que ver con las actitudes de su cofundador que les hizo más mal que bien, pero ahí estaba Cayetano y su santidad fuera de dudas. De nuevo regresó a Nápoles como superior, donde murió después de haberse agotado en su esfuerzo por calmar las discordias políticas napolitanas. La canonización tuvo lugar en 1671 por el papa Clemente X. MEMORIA FACULTATIVA.
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