(Juan Grande Román)
Dios es misericordioso. El que está en gracia de Dios. Admirable.
Martirologio Romano: En Jerez, en la región española de Andalucía, san Juan Grande, religioso de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios, insigne por su dedicación a los cautivos, abandonados y marginados, que, cuidando de los apestados durante una epidemia, falleció al haberse contagiado.
Nació en Carmona (Sevilla), en el seno de una modesta familia de artesanos. Al morir su padre, su madre y padrastro le llevaron a Sevilla para que aprendiera el oficio de pañero; aquí estuvo cuatro años, para regresar a Carmona, donde estuvo vendiendo telas por las calles. Esta vida no le agradaba mucho, ya que pensaba que si mentía, para vender mejor, ofendería a Dios; así que estando en Puerto de Sanlúcar para la adquisición de telas, por no mentir sufrió graves pérdidas en su negocio, esto le hizo dejarlo todo y marcharse a Marchena, entregándose a la oración en la ermita de Santa Olalla, donde fue ordenado llamar “Juan Pecador”, y vivió en total pobreza, discerniendo cual era la voluntad de Dios.
En 1565 marchó a Jerez de la Frontera. Dedicó su vida primero a los presos de la cárcel, por los que pedía limosna por las calles y los socorrió con gran paciencia y caridad, no recibiendo, algunas veces, ninguna gratitud de estos presos. El alcaide de la cárcel, le ofreció una habitación en la propia cárcel como su residencia. Aquel fue su período de noviciado en el servicio a los pobres y mostrando grandes virtudes, granjeándose el aprecio de la población. Luego se dedicó a los pobres y enfermos incurables, a los que no admitían en ningún hospital, fundando el Hospital de la Candelaria, donde atendió no sólo a los enfermos, sino también alojó a los vagabundos, pudiéndose decir que no hubo obra de caridad corporal y espiritual que no practicase.
Al conocer la nueva Orden fundada por san Juan de Dios en Granada, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios; marchó a Granada en 1574 donde profesó como hermano de San Juan de Dios. Volvió a Jerez, logró que el hospital fuera agregado a la Orden hospitalaria y abrió el noviciado en el que preparó a muchos jóvenes para la vida religiosa hospitalaria. El obispo de Sevilla le encargó que uniera todos los hospitales de Jerez en tres, era una tarea ardua, que Juan realizó no sin críticas y persecuciones, que soportó con gran paciencia. Su vida fue una entrega total a todas las personas marginadas y al mismo tiempo extendió la Orden por las poblaciones cercanas: Sanlúcar, Arcos, Villamartín, Medina Sidonia, el Puerto de Santa María y Cádiz. Murió en Jerez contagiado por peste mientras atendía a las víctimas de una epidemia.
Fue canonizado por Juan Pablo II el 2 de junio de 1996. Proclamado Patrón de la nueva Diócesis de Jerez de la Frontera en 1986, sus restos son venerados en el «Santuario Diocesano San Juan Grande», en Jerez, en el hospital de los Hermanos de San Juan de Dios de su mismo nombre.
Nació en Carmona (Sevilla), en el seno de una modesta familia de artesanos. Al morir su padre, su madre y padrastro le llevaron a Sevilla para que aprendiera el oficio de pañero; aquí estuvo cuatro años, para regresar a Carmona, donde estuvo vendiendo telas por las calles. Esta vida no le agradaba mucho, ya que pensaba que si mentía, para vender mejor, ofendería a Dios; así que estando en Puerto de Sanlúcar para la adquisición de telas, por no mentir sufrió graves pérdidas en su negocio, esto le hizo dejarlo todo y marcharse a Marchena, entregándose a la oración en la ermita de Santa Olalla, donde fue ordenado llamar “Juan Pecador”, y vivió en total pobreza, discerniendo cual era la voluntad de Dios.
En 1565 marchó a Jerez de la Frontera. Dedicó su vida primero a los presos de la cárcel, por los que pedía limosna por las calles y los socorrió con gran paciencia y caridad, no recibiendo, algunas veces, ninguna gratitud de estos presos. El alcaide de la cárcel, le ofreció una habitación en la propia cárcel como su residencia. Aquel fue su período de noviciado en el servicio a los pobres y mostrando grandes virtudes, granjeándose el aprecio de la población. Luego se dedicó a los pobres y enfermos incurables, a los que no admitían en ningún hospital, fundando el Hospital de la Candelaria, donde atendió no sólo a los enfermos, sino también alojó a los vagabundos, pudiéndose decir que no hubo obra de caridad corporal y espiritual que no practicase.
Al conocer la nueva Orden fundada por san Juan de Dios en Granada, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios; marchó a Granada en 1574 donde profesó como hermano de San Juan de Dios. Volvió a Jerez, logró que el hospital fuera agregado a la Orden hospitalaria y abrió el noviciado en el que preparó a muchos jóvenes para la vida religiosa hospitalaria. El obispo de Sevilla le encargó que uniera todos los hospitales de Jerez en tres, era una tarea ardua, que Juan realizó no sin críticas y persecuciones, que soportó con gran paciencia. Su vida fue una entrega total a todas las personas marginadas y al mismo tiempo extendió la Orden por las poblaciones cercanas: Sanlúcar, Arcos, Villamartín, Medina Sidonia, el Puerto de Santa María y Cádiz. Murió en Jerez contagiado por peste mientras atendía a las víctimas de una epidemia.
Fue canonizado por Juan Pablo II el 2 de junio de 1996. Proclamado Patrón de la nueva Diócesis de Jerez de la Frontera en 1986, sus restos son venerados en el «Santuario Diocesano San Juan Grande», en Jerez, en el hospital de los Hermanos de San Juan de Dios de su mismo nombre.
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