(Guisto, Guy, Vido, Wido).
Amplio, extenso. Madera, bosque.
Martirologio Romano: En Acqui, del Piamonte, san Guido, obispo.
Nació en Melazzo, Italia; pertenecía a la noble familia de los condes de Acquesana. Huérfano de padre y madre, después de una rigurosa educación en el seno familiar, marchó a Bolonia para realizar los estudios superiores. A la muerte del obispo de Acqui (Piamonte) en 1033, la diócesis quedó vacante durante un año. En 1034 el Capítulo eligió por unanimidad a Guido. La elección fue "aplaudida por el pueblo".
Obispo de Acqui (Piamonte) (1034-1070). Fue consagrado por el arzobispo Eriperto en una época triste para la Iglesia, en la que se propagaba la ignorancia, la inmoralidad y la simonía. El fundamento de su trabajo pastoral fue la reforma moral y espiritual del clero diocesano, comenzando por la reforma litúrgica. Con el fin de que sus sacerdotes estuvieran menos preocupados por los problemas económicos, en el vasto territorio de su diócesis, donó de sus bienes a las propiedades existentes y fundó otras nuevas. Fue generoso en donaciones también con los monjes, con el fin de facilitarles la asistencia espiritual también en el campo.
Fundó en Acqui un centro de espiritualidad y formación para las jóvenes y de su propio peculio fundó en el 1037 el monasterio de Santa Maria De Campis, dotándolo de bienes para la seguridad económica de las monjas, a pesar de las dificultades causadas por los enemigos, los depredadores y las consiguientes devastaciones. Quiso una catedral más grande y majestuosa, que obtuvo gracias a la contribución de los obispos Pedro de Tortona y Alberto de Génova: la dedicó a la Madonna Assunta, consagrándola en 1067. Donó una gran parte de sus bienes que poseía en la ciudad, incluído el "Castelletto", al obispado para que construyera una decorosa residencia a sus sucesores. La tradición nos lo presenta dedicado personalmente a procurar el grano para la población durante las graves carestías. Hombre de gran cultura y generosidad, destacó por la reforma jurídica y espiritual de la diócesis. Murió de una grave enfermedad. Sus restos reposan en la catedral de Acqui.
La comunidad cristiana de Acqui se reconoce aun ahora como la «diócesis de san Guido», dejando en segundo plano la memoria del protoobispo san Maggiorino, personaje históricamente más incierto. Pió IX, el 22 de septiembre de 1853, confirmó su culto. Patrón de Acqui.
Nació en Melazzo, Italia; pertenecía a la noble familia de los condes de Acquesana. Huérfano de padre y madre, después de una rigurosa educación en el seno familiar, marchó a Bolonia para realizar los estudios superiores. A la muerte del obispo de Acqui (Piamonte) en 1033, la diócesis quedó vacante durante un año. En 1034 el Capítulo eligió por unanimidad a Guido. La elección fue "aplaudida por el pueblo".
Obispo de Acqui (Piamonte) (1034-1070). Fue consagrado por el arzobispo Eriperto en una época triste para la Iglesia, en la que se propagaba la ignorancia, la inmoralidad y la simonía. El fundamento de su trabajo pastoral fue la reforma moral y espiritual del clero diocesano, comenzando por la reforma litúrgica. Con el fin de que sus sacerdotes estuvieran menos preocupados por los problemas económicos, en el vasto territorio de su diócesis, donó de sus bienes a las propiedades existentes y fundó otras nuevas. Fue generoso en donaciones también con los monjes, con el fin de facilitarles la asistencia espiritual también en el campo.
Fundó en Acqui un centro de espiritualidad y formación para las jóvenes y de su propio peculio fundó en el 1037 el monasterio de Santa Maria De Campis, dotándolo de bienes para la seguridad económica de las monjas, a pesar de las dificultades causadas por los enemigos, los depredadores y las consiguientes devastaciones. Quiso una catedral más grande y majestuosa, que obtuvo gracias a la contribución de los obispos Pedro de Tortona y Alberto de Génova: la dedicó a la Madonna Assunta, consagrándola en 1067. Donó una gran parte de sus bienes que poseía en la ciudad, incluído el "Castelletto", al obispado para que construyera una decorosa residencia a sus sucesores. La tradición nos lo presenta dedicado personalmente a procurar el grano para la población durante las graves carestías. Hombre de gran cultura y generosidad, destacó por la reforma jurídica y espiritual de la diócesis. Murió de una grave enfermedad. Sus restos reposan en la catedral de Acqui.
La comunidad cristiana de Acqui se reconoce aun ahora como la «diócesis de san Guido», dejando en segundo plano la memoria del protoobispo san Maggiorino, personaje históricamente más incierto. Pió IX, el 22 de septiembre de 1853, confirmó su culto. Patrón de Acqui.
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