(ing.: Dermot O’Hurley. ir.: Diarmaid Ó Hiarlatha).
Martirologio Romano: En Dublín, en Irlanda, pasión del beato Dermicio O'Hurley, obispo y mártir, que, siendo abogado laico, fue promovido por el papa Gregorio XIII como obispo de Cashel. En tiempo de la reina Isabel I sufrió largos interrogatorios y torturas, rechazando las acusaciones que se le hacían, y llevado al patíbulo, en Hoggen Green, allí proclamó que moría por la fe católica y por su ministerio episcopal.
Nació en Lycodoon, Irlanda, en el seno de una familia de terratenientes. Estudió Derecho en Lovaina, donde se doctoró y ejerció como profesor; luego pasó al seminario de Reims donde enseñó Derecho canónico hasta 1570 que marchó a Roma donde fue conocido por su piedad y sabiduría entre sus paisanos irlandeses.
En 1581 el papa Gregorio XIII lo elevó desde el laicado al arzobispado metropolitano de Cashel en Irlanda, recibiendo todas las órdenes hasta que, ya consagrado obispo, el propio papa le puso el palio en aquel año. Marchó para Irlanda, aunque hizo un breve receso por enfermedad en Reims, durante un año, llegó a su patria en 1583, en el puerto de Skerries. Las autoridades anglicanas no querían que estuviera en la isla, y por ello tuvo que vestir de paisano, y hacerse acompañar de un solo sacerdote, el P. Dillon, aceptando en Waterfor, Slane y otros sitios el asilo que le proporcionaban. Finalmente el conde Tomás Butler, que se había hecho anglicano, pero que detestaba la persecución contra los católicos lo acogió en su casa.
Cuando nuestro santo, supo que su anterior protector el conde de Slane iba a ser arrestado por haberlo acogido, se presentó voluntariamente ante la autoridad real. Estuvo varios meses detenido en Kilkenny y luego trasladado a Dublín (1583), donde estuvo preso durante ocho meses, y fue torturado cruelmente. Sin un proceso fue condenado a muerte. Antes de ser ahorcado se le permitió hablar y dijo que moría por su condición de obispo y de su fe católica. Su cadáver fue descuartizado. Fue beatificado por san Juan Pablo II el 27 de septiembre 1992.
Memorial del beato Dermicio O'Hurley |
En 1581 el papa Gregorio XIII lo elevó desde el laicado al arzobispado metropolitano de Cashel en Irlanda, recibiendo todas las órdenes hasta que, ya consagrado obispo, el propio papa le puso el palio en aquel año. Marchó para Irlanda, aunque hizo un breve receso por enfermedad en Reims, durante un año, llegó a su patria en 1583, en el puerto de Skerries. Las autoridades anglicanas no querían que estuviera en la isla, y por ello tuvo que vestir de paisano, y hacerse acompañar de un solo sacerdote, el P. Dillon, aceptando en Waterfor, Slane y otros sitios el asilo que le proporcionaban. Finalmente el conde Tomás Butler, que se había hecho anglicano, pero que detestaba la persecución contra los católicos lo acogió en su casa.
Cuando nuestro santo, supo que su anterior protector el conde de Slane iba a ser arrestado por haberlo acogido, se presentó voluntariamente ante la autoridad real. Estuvo varios meses detenido en Kilkenny y luego trasladado a Dublín (1583), donde estuvo preso durante ocho meses, y fue torturado cruelmente. Sin un proceso fue condenado a muerte. Antes de ser ahorcado se le permitió hablar y dijo que moría por su condición de obispo y de su fe católica. Su cadáver fue descuartizado. Fue beatificado por san Juan Pablo II el 27 de septiembre 1992.
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