Fuerza de lanza.
Nació en Bienno, Val Camónica (Brescia). Se llamaba Catalina. Fue una niña muy piadosa. Con el pasar del tiempo se hizo apóstol de la Eucaristía: quería llevar a Cristo sacramentado a una alta montaña para que todo el mundo lo viera y lo adoraran. Instituyó entre sus mejores compañeras la Guardia de Honor y elaboró el programa de su vida: "Jesús, amarte y hacerte amado". Pues, su ideal es Cristo.
Atraída hacia una vida más perfecta ingresó en el Instituto de las Hijas de la Caridad, (María Bambina), pero todavía postulante, tuvo que salir por falta de salud. Su familia pasó por una crisis económica y tuvo que ponerse a servir en casa del párroco de Chiari, el padre Juan Bautista Rota, (años más tarde fue obispo de Lodi). Sirvió también en casa de la condesa Fé-Vitali.
Atraída hacia una vida más perfecta ingresó en el Instituto de las Hijas de la Caridad, (María Bambina), pero todavía postulante, tuvo que salir por falta de salud. Su familia pasó por una crisis económica y tuvo que ponerse a servir en casa del párroco de Chiari, el padre Juan Bautista Rota, (años más tarde fue obispo de Lodi). Sirvió también en casa de la condesa Fé-Vitali.
En la Navidad del 1876 reforzó su unión con Cristo y escribió de su puño y letra un comprometido método de vida, al que permanecerá siempre fiel. En la fiesta del Corpus de 1878 hizo voto virginidad. Sin descuidar sus deberes de sirvienta se dedicó a la educación de los niños de San Gervasio (Bérgamo) y los guió por la vía de la honradez y de las virtudes religiosas y sociales. Con la mortificación, la oración asidua, una intensa vida interior y el ejercicio de las obras de misericordia Caterina se preparó a acoger la voluntad del Señor.
A la muerte de sus padres, quiso hacer realidad su proyecto eucarístico y le propuso al obispo de Bérgamo fundar una congregación dedicada a la adoración del Santísimo Sacramento; casualmente se encontraba de visita pastoral el papa León XIII, que aprobó el proyecto con la condición de que se dedicasen también a la educación de jóvenes obreras. Nació así la Obra de las Religiosas Sacramentinas de Bérgamo. Mas tarde, el 15 de diciembre de 1884, Caterina hizo la vestición religiosa y tomó el nombre de sor Gertrudis del Santísimo Sacramento. La nueva Congregación se reveló obra de Dios. Y como todas las obras de Dios tuvo que atravesar el vendaval de las adversidades, que puso a dura prueba el pequeño árbol. Este sin embargo ha echado ya profundas raíces en el terreno fecundo de la oración, de la mortificación y de la humildad. No importa que sor Gertrudis con las Hermanas debieran, siguiendo el consejo del mismo Obispo de Bérgamo, abandonar el primer nido y refugiarse en Lodi.
El Obispo de Lodi, Mons. Rota, acogió paternamente a aquellas hijas confiadas por el Obispo de Bérgamo. Con gesto magnánimo les donó una casa en Lavagna di Comazzo, que llegó a ser provisionalmente la Casa Madre del Instituto. Superadas las pruebas, el 8 de septiembre de 1891, Mons. Rota, con decreto especial, erigió canónicamente el Instituto. El 28 de marzo de 1892 la Madre Gertrudis regresó a Bérgamo, cuna de la Congregación, a la cual dio un impulso decisivo y vital. Colaboró con ella el beato Francisco Spinelli. Murió en Bérgamo.
Fue beatificada el 1 de octubre de 2001 por SS Juan Pablo II, y canonizada en la Plaza de San Pedro el 26 de abril de 2009 por Benedicto XVI.
Fue beatificada el 1 de octubre de 2001 por SS Juan Pablo II, y canonizada en la Plaza de San Pedro el 26 de abril de 2009 por Benedicto XVI.
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